Este jueves, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, le escribió al Papa una carta con un sorprendente tono conciliador.
"Mi padre también se llamaba Francisco”, “Permítame que me dirija a usted como Don Francisco”, comienza la misiva.
Más adelante, Bonafini reconoce: "Don Francisco, no sabía de su trabajo pastoral, sólo sabía que el máximo dirigente de la Iglesia argentina habitaba en la catedral; esa catedral que cuando marchábamos y pasábamos por delante, le cantábamos: ‘Ustedes se callaron cuando se los llevaron’".
El repentino cambio de parecer de la líder de Madres forma parte del nuevo catolicismo papal que de repente parece haber puesto parte el kirchnerismo con Cristina Fernández a la cabeza. Si bien Hebe de Bonafini ha sido la primera en admitir que el prejuicio y hacer un mea culpa.
Es que en 2007, en un Comunicado de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, se repudió duramente al ahora Papa.
“Las Madres de Plaza de Mayo repudiamos las palabras del Cardenal Bergoglio durante su homilía del sábado pasado”, “ellos saben que son cómplices de la dictadura”, comienza el texto.
“La basura va junta, Macri, Bendini y Bergoglio. Son de la misma raza y de la misma ralea. Son fascismo, son la vuelta de la dictadura. Son la dictadura misma. Los tres representan la dictadura. Bendini, Bergoglio y Macri”, insistía Hebe hace seis años.