Ficha técnica:      

Título para Latinoamérica: Oblivion: El tiempo del olvido.

Título original: Oblivion.

Dirección: Joseph Kosinski.

Guión: Michael Arndt, Joseph Kosinski, Karl Gajdusek.

Género: Acción, Ciencia Ficción - Apta para mayores de 13 años.

Reparto: Tom Cruise (Jack Harper), Morgan Freeman (Mountain Beach), Nikolaj Coster-Waldau, Olga Kurylenko (Julia), Zoe Bell, Andrea Riseborough (Vika), Melissa Leo (Sally), Catherine Kim Poon, James Rawlings, Lindsay Clift, Jaylen Moore, John L. Armijo, Andrew Breland, Jordan Sudduth, Julie Hardin, James Ricker II, Jeremy Sande, Philip Odango, Z. Dieterich, Efraiem Hanna, Daylon Micah Othello, Paul Gunawan, Vetur.

Web: www.oblivionmovie.com

Producción ejecutiva: Dave Morrison, Jesse Berger.

Distribuidora: United International Pictures (UIP).

Montaje: Richard Francis-Bruce - Música: M.8.3 - Fotografía: Claudio Miranda.

País: EE.UU. - Año: 2013. Duración: 124 min. – Estreno Argentina: 11/04/2013.

 El género ficción/futurista, encuentra siempre dispuesto al taquillero Tom Cruise. En esta ocasión, en la epidermis del capitán Jack Harper, nos coloca en el 2077. El escenario, un planeta devastado; una contienda humanos y maquinas en puerta. El resumen: mucha tecnología y pocas ideas. Una película comercial, con todo lo que ello implica.

 El soldado Harper (Tom Cruise), herido en la guerra, es enviado a un desolado planeta a fin de controlar los últimos vestigios de alienígenas. Cuando un misterioso personaje (viajero en el tiempo), entra en escena. Sus vidas están vinculadas desde el pasado. Hay una conexión que va más allá de lo formal. Es psicológica.

 La trama es bifrontal, narrada en el presente y en el pasado. La lógica del flash back (analepsis) y el flash forward (prolepsis)- como su antagonista, para la comprensión del desastre ocasionado por la guerra. Alienígenas no tan alienígenas, y la observación de la introducción para entender la conclusión de un relato circular.

 Los distintos dispositivos del lenguaje, no remiten al thriller psicológico. Lo que parece ser, no es. Busca la complicidad del espectador para cerrar cada historia en juego. La intención es buena, pero el verosímil no cierra. Es poco creíble. El guión bascula entre el optimismo, y la narración dramática naif.

 El público debe guardar en su retina, la primera escena del film para sintetizarla con el resto del metraje. Si bien el texto /guión es anafórico (retoma permanente el origen del conflicto), el mismo es confrontado / interpelado con las escenas ulteriores. El director Joseph Kosinski, se vale de un rosario de metáforas, como guiños a un pasado que vuelve. Hay un muñeco articulado que está como mascarón de proa en su nave, al que le habla y consulta permanente. Es “Bob”: ¡Bob Dylan, con su guitarra! Así plantea con humor, para descomprimir la angustia y la tragedia en puerta. El fin último del capitán Harper y su amada Julia (la sensual Olga Kurylenko), es la vuelta a la tierra prometida.

 Un guión, donde los clisés abundan y no suman. Por ej. La silueta del edificio del Pentágono en ruinas, denotan la fatiga intelectual en la que cae. No obstante, la fotografía en su totalidad es lo más rescatable del film. El norteamericano Kosinski (Tron: Legacy, 2010), nos propone una realidad futurista en el año 2077. En donde Harper y Vika (Andrea Riseborough), forman un equipo de “seguridad y tratamiento”. Ellos tendrán como misión controlar los distintos Drones (naves-robots), que sobrevuelan en un inhóspito planeta tierra, asediados por una especie: los “carroñeros”. En ellos recae la defensa, cuyo lema es “somos un equipo eficiente”. ¿Será así?

 El equipo está a las órdenes de un jefe muy peculiar: Sally (Melissa Leo), quien desde un centro espacial, planifica la defensa del planeta. Pero todo no es lo que aparente ser. Y el thriller psicológico, está a la carta. La historia comienza a cerrarse, cuando aparece en los parlamentos, un personaje importante: Morgan Freeman (Mountain Beach). De verba pausada, a sincopada, con afinación grave, su rol es de redención. Merced a su rol de actor, todo cobra sentido. No cae en saco roto.  La cancelación del relato es cerrado. Todos los frentes /los dramas, sintetizan a partir del rol de Freeman. Estará en el público creer o no. La “metáfora de la tragedia”, se imprime en la apertura de plano de la primera escena: ¡New York en ruinas! La culminación del film, en la dinámica de su comienzo.

Tom Cruise (Jack Harper) y un planeta devastado. Las féminas Kurylenko (foto) y Riseborough, sólo aportan a la lógica de la ilustración fílmica.

 Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 3 Tribunas

Puntaje actor protagónico: Tom Cruise (Jack Harper) 4 Tribunas

Referencias:

5 Tribunas: excelente/imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta - buena

2 Tribunas: regular

1 Tribuna: mala/pésima