Mientras el país delira con la coronación de Máxima, la “juventud maravillosa” camporista avizora 10 años más de Cristina.
En un momento crucial de nuestra historia reciente en el que se juega la independencia de los pocos jueces y periodistas que hacen lo imposible por escapar de los aprietes, las amenazas e intentos de cooptación, este periodista presentará El negocio de los Derechos Humanos en la Feria del Libro. Tal vez, sea el último año en que la "Fundación El Libro" cuente con el apoyo de grandes, medianas y pequeñas editoriales que ejerzan un contrapeso a la inmensa presión del poder político de turno que intentó, al menos en el 2013 sin éxito, mudar la tradicional feria, al Predio de Tecnópolis.
A seis meses de su publicación, El negocio de los Derechos Humanos, provocó algunos cimbronazos en el norte argentino, específicamente en la provincia del Chaco, lugar donde transcurren tres capítulos de la trama. La citación judicial del juez federal, Norberto Oyarbide, que investiga la supuesta defraudación al Estado, lavado de dinero y desvío de fondos por parte del ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, y su entorno, fue más una respuesta a un programa televisivo que una búsqueda de verdad.
A pesar de los elogios del entorno del juez y del propio hombre fuerte del juzgado Nº5 de Comodoro Py, la causa tuvo algunos amagues de independencia política pero terminó, hasta ahora, en la intrascendencia absoluta.
Pablo y Sergio Schoklender volvieron a la cárcel de Ezeiza durante un mes y Oyarbide se animó a tomarles declaración testimonial a Hebe de Bonafini y a otras Madres de Plaza de Mayo. Lo hizo luego de mi citación. Sus respuestas dejaron más dudas que certezas. Es más, a Bonafini, cuando le preguntaron por la consultora preferida del Gobierno, Doris Capurro, dijo no recordar exactamente quién era, pero que creía que estaba procesada.
La famosa firma del convenio de Meldorek por los fondos del Bicentenario terminó siendo de Hebe y el aumento del patrimonio personal de su hija, aún no está claro. Las cuentas en el exterior, a nombre de Bonafini, no pasaban por la Fundación y su procedencia nunca fue aclarada, por lo que se trataría de otro caso de lavado de dinero. La desaparición de una chequera es otro de los datos que Oyarbide guarda bajo siete llaves pues comprometería a la Madre de Plaza de Mayo. Al propio Pablo Schoklender le sugirieron, periodistas reconocidos y empresarios de medios, algunos cercanos al gobierno, que se guardase lo que sabía de Hebe pues “hay que cuidar su buen nombre y su historia debe ser intachable”.
La campaña “Con los pañuelos No” siguió de una forma más oscura y silenciosa. Pero el negocio continuó, tal como quien escribe estas líneas publicó en Tribuna de Periodistas, con los millones de pesos que recibieron tanto Madres de Bonafini como Estela de Carlotto directamente de Secretaría de Presidencia de la Nación de manera discrecional. ¿Por qué engrosaron más de 11 millones esas dos instituciones mientras que la línea Fundadora de las Madres de Nora Cortiñas obtuvo menos de 200 mil pesos?
En estos últimos seis meses ni siquiera un periodista cercano al gobierno intentó intercambiar ideas mediante una entrevista telefónica o personal. ¿Para eso querían la ley de medios? ¿Para escucharse entre ellos mismos? Llamativo fue que ni uno se animó a discutir abiertamente. Tan extraño como si alguien hubiese dado la orden de no hablar del libro para no aumentar la difusión pública y las ventas.
Víctor Hugo Morales leyó, con Bonafini del otro lado de la línea, textual, una nota también publicada en TDP por las piedras que le tiraron a la titular de la Fundación cuando visitó el obrador Castañares. Se rieron del mensajero y Morales jamás llamó ni mencionó al colega. El hecho sucedió tal cual lo relaté y, meses después, cuando se inundó la Capital Federal y la ciudad de la Plata, dos obradores que habían pertenecido a la Fundación, fueron tomados por los vecinos.
La respuesta fue la represión policial y la guerra entre distintos grupos de personas, algunos estafados y otros oportunistas. El último mes, el escándalo de Lázaro Baez tapó otros hechos de corrupción. Sin embargo, la visualización que logró Jorge Lanata de la corrupción kirchnerista, recolocó al libro en su justa dimensión. No era tan descabellado pensar, como muchos dijeron, que a alguien se le podía ocurrir hacer negocios con lo más sagrado que debería tener un país: el respeto por los derechos humanos y por su propio pueblo. Es que en la década ganada, el fin justifica a los medios y el más trascendente de los fines es el poder.
El poder entendido como una forma de dominación. Con ese fin, justamente, el que denuncia, investiga, levanta la voz, debe ser cooptado. Y, si el hombre no tiene precio o no está en venta; silenciado, en algunos casos, o perseguido, en muchos otros. Hoy, mientras la Presidenta habla de que en las nuevas obras de Santa Cruz “nadie va a robar”, medio gobierno está cuestionado por su práctica non sanctas. Sergio Schoklender fue impune porque tuvo un poder que se lo permitió. Igual que Leonardo Fariña o Federico Elaskar. Igual que el financista, vinculado con la Fundación, mafia de los medicamentos y Meldorek, que Oyarbide dejó fuera de la investigación: Fernando Caparrós Gómez.
La historia de los vuelos es una trama aparte que, al releer el libro, encuentro los vínculos del gobierno chaqueño con los hermanos Juliá y del citado Fariña con Jorge Capitanich. Ambos se sentaron, tal vez, en el mismo asiento, del mismo avión Lear Jet que viajó a Panamá, Uruguay y Río de Janeiro el caliente enero del 2012. La bicicleta financiera y la proliferación de sociedades anónimas no solo fueron prácticas ejercidas por el entorno de Fariña y de Sergio Schoklender, ¿cuántos escándalos y negocios aún quedan por descubrir? ¿Qué rol cumplieron los organismos de control y gobernadores provinciales? ¿Qué se esconde en el Ministerio de Planificación de Julio De Vido? ¿Por qué el nombre de Doris Capurro suele aparecer mencionado en charlas de café por protagonistas de esta historia en relación con supuestos pagos de favores para periodistas y medios?
El negocio no fue y es sólo económico sino también simbólico. Mientras se festejaba vaya a saber qué en la ex Esma y se calentaban las brasas del asado, a los artistas que querían difundir sus obras independientes se los censuraba como le pasó a Romina Orazi y sus “viviendas populares”. El jurado, liderado por el funcionario ex aliancista, Eduardo Jozami, le quitó el premio a Orazi para entregárselo a un amigo de la casa que presentaba una soltada de globos de colores. La farandulización de los derechos humanos como de los escándalos, marcó el regreso a los noventa. La aparición de grupos de choque, punteros y extraños personajes, fue una constante desde que Cristina perdió la agenda, entendida como capacidad de instalar temas en los medios. La cadena del desánimo se convirtió en paladín de la libertad periodística y los bastardeados dólares terminaron en las manos “nacionales y populares” de funcionarios, testaferros y “operadores”.
Por eso, pienso que el lector de Tribuna de Periodistas podrá disfrutar de un interesante encuentro, este miércoles 1 de mayo, a las 17:30 horas en la sala Adolfo Bioy Casares de la Feria del Libro y acompañarme en la presentación de El negocio de los Derechos Humanos junto a Ceferino Reato y dos disertantes de lujo.
¿Por qué María Luján Rey y Elia Espen? La historia la conforman victimarios y víctimas. María Luján es la madre de Lucas Menghini Rey, la víctima 52 de la tragedia de Once del 22 de febrero del 2012, y Elia es una Madre de Plaza de Mayo investigada en el Proyecto X. Es hora de que los que sufrieron por la desidia estatal o por levantar su voz, pasen al frente y digan su verdad. Es hora de que los supuestos perdedores de la “década ganada” comencemos a decir presente.
Luis Gasulla
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Este asunto es realmente muy grave, por todo lo que implica no sólo la corrupción asociada a su desarrollo, si no también por la nefasta utilización de una supuesta causa "noble" para encubrir dicho accionar. Claro, esto también involucra otro tema complicado como es la "memoria, verdad y justicia" para "un sólo lado", ya que si bien la dictadura cívico-miitar cometió crímenes llamados de "lesa huanidad", los subversivos, guerrilleros, revolucionarios o como se los quiera denominar, también procedieron a violar la ley cometiendo delitos en muchos casos aberrantes, aunque la impunidad les tienda un manto protector. Esperemos que graben la charla que mencionan en el artículo y la cuelguen en Youtube para su difusión, ya que seguramente será muy sustanciosa e interesante, y no es muy común escuchar el sonido de otras campanas en temas como éstos. "Memoria, verdad y justicia" en plenitud y para todos, o no sirve para nada, ése es el lema.
Verónica Giordano Socióloga Universidad de Buenos Aires “…La corrupción puede ser uno de los mayores obstáculos para que el Estado cumpla su obligación de proteger y promover los derechos humanos. La corrupción niega el derecho a la igualdad frente a la ley, a las garantías judiciales declaradas por los instrumentos internacionales de derechos humanos. Esto sin contar que pone en riesgo el derecho a la vida al derruir las economías nacionales, generar desempleo, hambre y exclusión”.
Muy interesante el libro, lo compré y la verdad que lo recomiendo al menos para abrir la cabeza ante una causa que ya en la agenda mediatica parece que no causó revuelo (como tantas en este país)
En este momento no tengo el libro en mi poder porque lo presté y además regalé otro. Hay muchos datos por ejemplo cuando habla de la escribana Cascales, mujer de Moreno que se encargaba de crear varias sociedades truchas a nombre de jubiladas. Shocklender lo nombraba a Oyarbide como "Su Señorita".
Mr. Gasulla: ¿la charla con Reato y los invitados en la Feria fue filmada, aunque sea en forma "casera"? Si así fuera, sería interesante que la subieras a internet para poder verla. Gracias.