Segundos previos a iniciar su encendida disertación a favor de la reforma judicial, Cristina Fernández fue interrumpida por una vecina de Río Gallegos que se encontraba en las primeras filas del público presente.
Las cámaras no llegaron a captar los gritos de la mujer, pero Cristina la mencionó y se mostró comprometida a atender su reclamo una vez finalizado el acto.
"Todos tienen el derecho a expresarse en la Argentina", dijo la jefa de Estado, ante algunos abucheos de los militantes del lugar.
“Después, después, dale”, le dijo a la mujer la Presidenta. “Que todo el mundo se exprese, después la vamos a atender, no hay ningún problema. Todo el mundo tiene derecho a expresarse en la República Argentina”, dijo.
Hasta donde se alcanza a escuchar, la mujer pareciera decir: “Esta gente del Poder Judicial secuestró a mi esposo, quiero que devuelvan a mi familia”.
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