En la Argentina se pagan más de 96 impuestos diferentes al mes y la presión tributaria asciende hasta el 50%, según un informe privado revelado ayer y difundido por la agencia NA, una persona que gana 5 mil pesos por mes, trabaja la mitad del año únicamente "para pagarle impuestos al Estado".
"La carga impositiva es tan grande que genera un incentivo para evadir en el país, donde la evasión se ha convertido en un deporte nacional", consideró el director general de la fundación, Agustín Etchebarne, al brindar detalles sobre el informe a Noticias Argentinas.
"Y no hablamos solo de grandes empresas, el nivel de evasión es bastante generalizado. Un gran porcentaje de la gente trata de pagar menos de lo que el Estado le intenta imponer", agregó, y sostuvo que los gobernantes en la Argentina están "esquilmando a la población" con los impuestos.
Etchebarne señaló que esa Fundación publicó un video en internet, llamado "Impuestos, lo que el Gobierno no te cuenta", para mostrar cómo las cargas tributarias han ido en aumento en el país.
Se han ido sumando nuevos impuestos sin que se saquen los anteriores", dijo, y remarcó que "es importante que la gente empiece a darse cuenta de esto, porque en algún momento vamos a tener que revisar el sistema impositivo" doméstico.
La Fundación, en un comunicado, sostuvo que "la presión tributaria preocupa cada vez más a la clase media" en el país, en especial porque se mantiene en ascenso, al tiempo que ubicó el nivel de inflación en el orden del 24 por ciento anual.
"Los argentinos estamos percibiendo una creciente presión tributaria y, sin embargo, los servicios públicos son cada vez más deficientes", señaló Etchebarne.
"Esa presión es tan importante que un empleado que cobra 5.000 pesos mensuales, trabaja 183 días anuales exclusivamente para pagar impuestos al Estado. Es decir, la mitad del año", agregó el economista.
Indicó que los argentinos también pagan "impuestos ocultos", que son aquellos que el Estado les cobra a las empresas y que éstas, a su vez, transfieren al consumidor final recargando el precio del producto.
El peor impuesto es la inflación, porque afecta a toda la población, pero especialmente a los más pobres, y tiene el agravante de que no está avalado por ninguna ley", enfatizó.
En diálogo con NA, Etchebarne dijo que el Estado le cobra impuestos al trabajador y al empresario por su actividad laboral, pero luego ambos vuelven a pagar cargas tributarias cuando se convierten en consumidores.
También alertó que "el nivel de impuestos es realmente dramático" cuando un trabajador aporta durante 40 años, porque "el Estado te saca, pero luego cuando te devuelve en términos de jubilación es completamente distinta": una relación de 10 a 1 tomando en cuenta todas las cargas tributarias.
Insistió en que los servicios públicos que se financian con los impuestos y que brinda el Estado (educación, salud, seguridad o transporte) "no se corresponden", por sus niveles de "deterioro", con la presión tributaria que soportan los argentinos.