Al parecer, va quedando muy atrás la idea inicial de Líneas Aéreas del Estado (LADE) como una empresa de aeronáutica que unía por aire los rincones más recónditos y menos rentables de la Argentina, y se estaría convirtiendo lentamente en un servicio gastronómico de alto vuelo al servicio del gobierno nacional y sus invitados.
Según el sitio de investigación de información pública, Eliminando Variables, la licitación 80/2011, ganada en prórroga por LADE el 23 de septiembre del 2013, y cuyo objetivo fue la contratación de un servicio de “avituallamiento” de las aeronaves de la dotación presidencial de la República Argentina, quizá sea una de las más curiosas a las que accedió ese medio.
Es que esa licitación pública no resultó difícil de ganar para LADE, siendo que ninguna otra empresa presentó una oferta adversaria. Es más, la adjudicación de este contrato a la línea controlada por la Fuerza Aérea es al menos la segunda que se hace desde Presidencia de la Nación a la empresa aérea estatal, que ahora en su página web publicita los servicios de catering.
Allí resaltan algunos de los ostentosos gastos a los que acceden los eventuales pasajeros y las distintas comitivas cada vez que embarcan en alguno de los aviones presidenciales, o bien, en alguno de los helicópteros que transporta a la presidenta.
Según expone EV, de acuerdo con los anexos de los pliegos licitatorios, los pasajeros que embarcan al Boeing 757 (Tango 01), a los Fokker F-28 (Tango 02 y 03), los helicópteros (H-01/02/03) o a avión Matricula T-10 (ya sea desde el Aeroparque Jorge Newbery, la 1ra Brigada Aérea en El Palomar, el Aeropuerto Internacional de Ezeiza o bien cualquier aeródromo que no supere los 50 km desde Capital Federal), tendrán a su disposición en los viajes, y atendidos por al menos tres personas, siempre según los documentos:
-8 opciones de desayuno.
-11 platos calientes adicionales al desayuno (crepes, huevos revueltos, omellete con queso, chipolata de pollo grille, entre otros).
-6 opciones de merienda.
-5 platos calientes adicionales a la merienda (crepes con manzana, crepes con frutas picadas, pie de manzana y moras, entre otros).
-19 opciones para almuerzos y cenas.
-5 platos extras calientes para almuerzos y cenas (lomo rebozado con finas hierbas con salsa madeira, salmón grillado, medallón de atún grillé, entre otros).
-Facsímil de opciones de platos en aviones presidenciales.
-3 opciones frías (extras) para almuerzos y cenas (lomo ahumado de Praga, carre de cerdo danoise, huevo farcie, jamón crudo cornet, entre otros).
-6 opciones para cocktails frío (sándwich triple de pollo con salsa tártara, brochette de verduras, entre otros).
-4 platos calientes para snacks.
-9 opciones de postres (tarta de coco y frutos rojos, cheese cake con culis de frutos rojos, crumble de manzana con salsa caramelo, mousse natural de dulce de leche, entre otros)
-16 variedades de sándwich.
-1 opción de un plato de 5 tipos diferentes de quesos cortados y variedad en plato de fiambres.
-1 servicio de bandeja de café torta, 1 servicio de bandeja de café masas
-Variedad de aguas minerales nacionales.
-Helado de primera calidad.
-Champagne Chandon Extra Brut Nature.
-Variedad de té (nacional e importado).
-Café Nespresso en cápsulas.
-Variedad de vinos –blancos y tintos- (Fond de Cave, Selección López, Felipe Rutini).
-Cerveza en lata.
-Variedad de bebidas espirituosas (Whisky Chivas Regal, Vodka primera calidad, Gin Beefther, Cointreau, Drabuie)
-Caramelos blandos Butter Toffies, Suchard, Gajitos, Lipo.
-Bombones de primera calidad, bandeja de amarettis, bandeja de coquitos, frutas cortadas y peladas.
-Cartones de cigarrillos (aunque esté prohibido fumar a bordo).
Por otra parte, los pliegos incluyen la posibilidad de ofrecer a los pasajeros menús light y vegetarianos (ya sea para desayuno y merienda como para almuerzo o cena).
No deja de llamar la atención la especificidad de algunos pedidos de la licitación. Por ejemplo, que la única bebida pedida sea la 7up Free, una elección curiosa salvo que algún funcionario muy importante la prefiera antes que las otras marcas y sabores. Si un invitado quiere beber otra gaseosa, los quioscos de las terminales aéreas son la única alternativa posible.
Entre los elementos adicionales con los que también cuentan los viajeros, se destacan cepillos de dientes, hisopos, champú y cremas de enjuague, espray para cabello en aerosol, diarios y revistas, mazos de cartas y algunos medicamentos de venta libre.
La cantidad de revistas de a bordo es también extraordinaria. Se exigen 1.600 revistas, equivalentes a 30 revistas semanales o 4 diarias, si se prefiere, un gasto que se duplica por las contrataciones que realiza la oficina de medios de presidencia para adquirir ejemplares de medios. Lo mismo sucede con los 1.200 diarios previstos en el pliego.
El contrato con LADE fue firmado por la subsecretaría de Coordinación de la Secretaria General de la Presidencia de la Nación, Susana Baum, es una “ampliación” de uno previo aprobado el 30 de julio del 2012 por un monto $970.269,50 con la aerolínea y que tuvo una duración de 12 meses. Así, se le agrega un 20% al monto del contrato ($194.053,90), por lo que la cifra a pagar para el catering en los aviones presidenciales para doce meses totalizará, IVA incluido, $1.164.323,40.
Considerando que el pliego establece que todo el menú debe estar cocinado y servido 4 horas antes de partir, no es complicado inferir que una parte importante de los alimentos, aquellos que no van a ser consumidos, deben desperdiciarse ya que algunos de los ítems requieren ser preparados con ingredientes frescos.
La otra opción –no aclarada en el pliego– es que todos los platos sean cargados a bordo para la libre elección de los pasajeros. Sin reparar en el sobrante de platos no consumidos en vuelo cuando no se viaja con una comitiva numerosa o transporta a algún miembro de la familia presidencial.