Este fin de semana se desarrolló en los bosques de Palermo una serie de recitales al aire libre. Miles de jóvenes disfrutaron en forma gratuita de conciertos dados por diversas bandas de rock.
Me llamó la atención haberme enterado un día antes de este evento ya que supuse que el mismo habría sido publicitado ampliamente por el Gobierno de la Ciudad. Pero luego me enteré por qué no fue así.
Dicho concierto se organizó en pos de propulsar la despenalización del uso de la marihuana para consumo personal, enarbolando la bandera "Festival Global Marijuana March Contra la Intolerancia".
Tal como puede verse en el sitio www.marialibre.com.ar, que más que sitio es un panfleto, sus organizadoras exigen "Despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal • Detener los arrestos por consumo de marihuana • Defendamos la investigación científica sobre los usos terapéuticos de la marihuana • Respeto a los Derechos Humanos y actos privados • Tratamiento de los proyectos de Ley sobre despenalización y autocultivo con estado parlamentario Una política de drogas más efectiva justa y sobre todo más humana".
Esa última frase ("una política de drogas más efectiva justa y sobre todo más humana"), me dejó medio perplejo.
¿Realmente hay un mundo más moderno y humano atrás de la despenalización de la marihuana?
¿Me estaré volviendo un retrógrado cerrado que jamás consideró tal cosa como un beneficio a la sociedad y a la libertad individual? La suerte me llevó a cruzarme con dos personas que concurrieron al evento y supieron tranquilizarme.
Luego de comentarme lo tranquilo que fue todo (cosa muy lógica, ya que cualquier inconveniente les hubiese jugado en contra), me contaron que está científicamente demostrado que la marihuana es menos dañina que el alcohol y el cigarrillo.
-"O sea" – dije yo – "que si está demostrado que la marihuana es dañina y que el cigarrillo es más dañino aún, ¿no sería conveniente entonces prohibir el cigarrillo en vez de legalizar la marihuana?"
Sin respuesta posible intentaron decir algo...
-"La idea en realidad es que si uno quiere consumir, no sea perseguido, o sea, que se le respete su derecho. Sólo se quiere legalizar la tenencia para consumo, no para venta".
-"Pero alguien tiene que venderle el insumo, ese individuo estaría quebrantando la ley"
Nuevamente sin respuesta…
Luego, me dijeron.
-"Y si yo tengo una huerta y quiero plantar Cannabis (la planta de la marihuana), sólo para consumo propio. ¿Quién puede prohibírmelo?"
-"¿Y pero cómo sé yo, que lo que te sobre no lo vas a vender?"
-"No, porque se pondría un límite. Si te encuentran una planta todo bien, pero si te encuentran cinco no".
-"¿Y quién establece entonces cuánto puedo o no consumir? Estaría nuevamente limitando el derecho individual de las personas".
Nuevamente sin respuesta…
Es sencillamente imposible permitir el consumo y no la venta. Cualquiera que se lo encuentre in fraganti con 10 porritos, puede declarar que son propios y nadie puede contradecirlo.
Lo escalofriante del tema es que la legalización acercaría a los adolescentes y niños a la autodestrucción inevitable de la droga, amparados en su derecho individual de matarse de a poco.
Está bien, la gente me dirá que obviamente la venta a los menores estaría prohibida, como lo está hoy en día el cigarrillo y el alcohol.
Pero todos vemos diariamente como niños y adolescentes fuman y beben impunemente en las veredas de cualquier barrio.
El problema es que la gente que consume algunas drogas está convencida de que tiene todo el derecho de hacerlo y que nadie se lo puede quitar más allá de lo que nos perjudique a los que no consumimos.
Hace un par de años tuve una discusión con un fumador que enarbolaba su derecho diciendo "¿Quién me va negar a mí el derecho de disfrutar un cigarrillo después de comer?". A lo que yo respondí que a mí después de comer me gusta ilustrar el firmamento de flatulencias, pero que el respeto al prójimo me impide hacerlo.
Visto de un punto de vista más frío e impersonal, podría quejarme porque al fin y al cabo soy yo el que va a terminar pagando los remedios y las internaciones de todos los futuros enfermos que caigan en hospitales públicos por esta causa.
Alguien me habló también de los positivos usos medicinales de la marihuana para ciertas enfermedades terminales. Yo no soy químico ni farmacéutico pero, desde mi ignorancia, opto por el escepticismo.
La morfina es indispensable para ciertas enfermedades pero es letal para el que no está enfermo de nada. Se trata de usar un poco el raciocinio de nuestra raza privilegiada.
El problema es que muy poca gente lo hace, el ser humano es muy manipulable. No conozco un solo fumador que no sepa que el fumar es perjudicial para la salud, y, si bien el cigarrillo es adictivo, alguna vez cometieron la estupidez de dejarse seducir por éste.
¿No sería tiempo entonces de ver cuáles son las causas que enferman a nuestra sociedad en lugar de buscar nuevas e ingeniosas formas de hacerlo? Para concluir les recomiendo a continuación este folleto que ilustra las ventajas de la despenalización de la marihuana.
Me hubiera gustado opinar sobre este artículo ni bien salió, pero en ese entonces no tenía la posibilidad de comentar el artículo. Ahora que los tiempos cambiaron, la tenencia para consumo es cuasi-legal, la plantación y la ley de drogas es menos dura, ver este artículo me recuerda el punto retrogrado de alguna parte de la sociedad a con este tema. La Marijuana March, que se hace todos los años, se hace para pedir un trato más justo a los usuarios, tolerancia, para que no nos mezclen en una bolsa de gatos con criminales, drogradictos y suicidas y obviamente la legalización de cultivo para evitar problemas con el corte de la droga por ejemplo, y fumar algo más sano, ya que al ser la producción ilegal, uno no sabe bien lo que se termina fumando. Aca hay un error con el tema del autocultivo, y es donde dice "como sé yo que no plantas para vender", siendo un acto ilícito, y es que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Por otro lado la legalización no acercaría a toda una generación a la autodestrucción como describís, parte de la lucha para legalizar el consumo personal es brindar mejor información sobre drogas. Hoy por hoy hay gente que cree que el tabaco es más sano que la marihuana y se llenan la boca de discursitos contra las drogas mientras se fuman ese cáncer en paquete. Vos mencionás también que en un punto mas frío (y yo diria mas personal) te molestaría que de tu bolsillo salieran impuestos para pagar tratamientos a gente que caiga en el hospital por estas drogas. Desde ese punto de vista, veo que cuando escribiste el artículo estabas desinformado, porque la causa económica que sirvio de pie para la despenalización para consumo personal, era el gasto de 11 millones anuales de pesos es papelerio para que solo un pequeño porcentaje de los casos terminaran revelando a algún narcotraficante o simple dealer. Desde un punto de vista más humano te diría que prefiero tener a un pibe adicto al paco en un hospital público, recuperándose, antes que muriendo en la calle por la intolerancia de una sociedad anti-drogas. Así como vos decís de ilegalizar el tabaco antes que legalizar la marihuana, yo me quejaría por pagarle a la iglesia, la policía, los militares y demás lacra social que vive de tus impuestos antes que quejarte de pagar un tratamiento psicológico para un pibe con problemas familiares, de clase baja, en el 90% de los casos pobre, que se unde en la adicción o el daño de una droga. Por último dejo en claro que yo no soy de las personas que mezclan el uso recreativo con el uso medicinal, y si bien la marihuana tiene muchisimos usos medicinales, la prohibición a la investigación de esta planta me parece ridícula, como vos decís el morfina es una droga, ilegal, pero se usa en la medicina. Lo malo de la marihuana es que es una planta que crece de la tierra y no le deja un peso al laboratorio de turno. Te informo también que la marihuana sirve para hacer tela y papel sin celulosa ni colorantes, para enfermedades terminales como el cáncer, calma el dolor, los efectos secundarios de los tratamientos y aunque no cura el cáncer, al igual que con el SIDA, contrarestra los problemas de las drogas que se consumen para alargar la vida de éstos. Más allá de que es la cura definitiva al asma y detiene otras enfermedades como el mal de alzheimer, la squisofrenia y el mal de parkinson. En fin esperemos que algun día podamos disfrutar de una política de drogas más efectiva justa y sobre todo más humana. Saludos.