Desde hace 10 días, dirigentes del Frente Renovador venían conversando con gente de extrema confianza del “Vasco”. Raúl Othacehé gobierna Merlo como si fuese su estancia y ha coqueteado con todos los gobiernos peronistas desde 1989 a la fecha. En las últimas horas, oficializó su ida del kirchnerismo criticando al gobierno y fotografiándose con el candidato a presidente, Sergio Massa. Lo hizo acompañado por su mujer, Mónica Arnaldi.
Los vínculos entre ambos dirigentes no son noticia. Según el propio Massa, el “vasco” les regaló a Malena y a él la luna de miel cuando se casaron. El pase del intendente de Merlo representa el comienzo de una segunda diáspora de dirigentes con poder real hacia el massismo. Pero, ¿qué implica una incorporación de estas características al Frente Renovador más allá de unos cuántos miles de votos asegurados gracias al clientelismo político? Othacehé representa lo peor del justicialismo, en su distrito, la democracia es sólo una palabra, la oposición es perseguida, los matones del intendente son los dueños de la calle y los niveles de pobreza e indigencia son alarmantes.
Hace unos meses, entrevisté a Ricardo Forster quien explicó de una manera singular la simpatía del intendente de Merlo con el gobierno nacional: “En el espacio político nuestro hay de todo, pues es diverso y plural, Othacehé es oficialista pero no es del riñón del kirchnerismo”. Corría octubre del 2013, Forster era candidato y lejos había quedado eso de la “transversalidad” política. Con el “Vasco”, el massimo suma 22 intendentes que pasaron a integrar sus filas desde la victoria en la provincia de Buenos Aires en octubre del año pasado. Othacehé se convenció rápidamente: “Estamos convencidos de que Sergio Massa puede cambiar el país”. ¿Cambiar? ¿No era el país de la fantasía?
Marcela Durrieu, suegra de Massa, conversó anoche en mi programa de radio por FM Identidad y explicó los cambios de ideas y de personas en el movimiento peronista: “Hoy el Frente para la Victoria está compuesto por los sectores más sectarios, no digo que no haya peronistas, pero quedaron pocos”. Sobre el pase del intendente de Merlo, la madre de Malena Galmarini dijo que se enteró “diez minutos antes pero muchos compañeros, intendentes o no, están volviendo a centrar su actividad política en un espacio que les parece más propio, pero todavía el Frente Renovador necesita otra vuelta de horno, pues ha ido sumando dirigentes de una forma aluvional. Hay dirigentes, de mayor y menor envergadura, que no se sentían representados en su partido de origen pero habrá que ordenarlo, emprolijarlo y elegir los mejores. Pero todavía es un espacio en construcción”.
Durrieu dijo que “los argentinos analizan la historia de forma sesgada, cuando ganó Alfonsín era Gardel, cuando se fue no se lo podía mencionar y ahora, de golpe, pasó a ser una especie de héroe nacional. Ahora hay gente que reivindica cosas de Carlos Menem, me parece que todavía no hemos aprendido a discriminar entre aquellas cosas que estuvieron bien y las que estuvieron mal”.
¿Se dará cuenta la sociedad que el Frente Renovador ha incorporado sectores que representaron, durante años, lo peor del partido justicialista incluido el, hoy denostado, kirchnerismo?
Luis Gasulla
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