La homilía de Francisco de esta mañana en la capilla de Casa Santa Marta estuvo dedicada a la Cuaresma. "Conversión".
Allí el papa hizo referencia al pasaje bíblico en el cual el Señor llama a la conversión a dos "ciudades pecadoras", Sodoma y Gomorra, y dijo que esto marca que "todos debemos cambiar de vida, "cuidar nuestra alma", en la cual siempre encontraremos algo.
La Cuaresma, entonces, es este "ajuste de la vida", acercándose a Dios, pero debe ser un "acercamiento sincero".
Fue entonces cuando advirtió: "¿Qué hacen los hipócritas? Se disfrazan de buenos, ponen cara de estampita, rezan mirando cielo, haciéndose ver, se sienten más justos que los otros, despreciando a los otros".
El Señor no quiere eso, afirmó el papa. "Nadie es justo por sí mismo. Todos necesitamos ser justificados. Y el único que nos justifica es Jesucristo", agregó.
¿Fue un mensaje a Cristina Kirchner se preguntó más de uno? En realidad, si así fuera, tendría que caberle también el señalamiento a varios referentes de la oposición, sobre todo aquellos que se muestran híper religiosos.
Francisco parece haber hablado a todos ellos al mencionar a aquellos que son “cristianos disfrazados, que cuando pasa esta apariencia se ve que en realidad no son cristianos".
A continuación dio la clave para saber si se está "en el buen camino", si no se es hipócrita.
"Auxilien al oprimido, hagan justicia con el huérfano, defiendan la causa de la viuda", citó. "Cuidar al prójimo, al enfermo, al pobre, al que tiene necesidades, al ignorante –explicó-. Los hipócritas no saben hacer esto, no pueden, porque están tan llenos de sí mismos que son ciegos para mirar a los demás. Cuando uno camina un poco y se acerca al Señor, las luces del Señor nos hacen ver estas cosas y nos llevan a ayudar a los hermanos. Este es el signo de la conversión".
¿Alguien se pondrá el sayo?
Diego Golberg
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