“El pasivo ambiental que dejó Repsol es de u$s3.500 millones. El gobierno de Santa Cruz realizó la presentación del primer informe sobre los pasivos ambientales de Repsol a la intervención de YPF. Los números iniciales sobre la inspección de piletas y pozos correspondientes a Repsol YPF, ascienden a 3.500 millones de dólares”.
Lo anterior es un extracto de un artículo periodístico del diario oficialista BAE que data de septiembre de 2013. Hoy, la nota está eliminada.
En otro artículo de 2012, Tiempo Argentino resaltaba que "el pasivo que dejó Repsol es superior al valor que exige por YPF", es decir de 10.500 millones de dólares.
“El rojo que llegó el gerenciamiento de la firma española supera los U$S 15 mil millones, U$S 9000 millones en concepto de pasivo financiero y U$S 6000 millones por daños ambientales”, dice el artículo del diario oficialista.
Esta madrugada, y luego de una sesión maratónica, el oficialismo consiguió 135 votos para avalar el acuerdo con la empresa española por una indemnización de 5.000 millones de dólares. La UCR, el FAP, UNEN y la izquierda encabezaron el rechazo, mientras que el Frente Renovador y Unión Pro optaron por abstenerse.
En el acuerdo, hay una subvaluación de los pasivos ambientales y ocultos. En la tasación se informa que se consideraron los pasivos medioambientales, tal como fueron expuestos en los estados contables de la sociedad, pero en ningún caso se hace mención a los mismos.
Considerando que la riqueza de Vaca Muerta –yacimiento justificador de la salida de la crisis energética- no verá resultados hasta dentro de cinco años, son los próximos gobiernos (y nuestros hijos) los que deberá afrontar semejante pago tan mal negociado.
Mónica Filippi