"Abogados y contadores tenemos muchos. Y se los dice una abogada". Así empezó su discurso Cristina Kirchner hoy al encabezar el congreso organizado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA) Joven en Parque Norte.
De esa manera, intentó zanjar la discusión que se dio durante los últimos días respecto de su diploma. Sus palabras demuestran que no le fue indiferente la discusión que se dio a raíz de las palabras de Daniel Sabsay.
A su vez, la presidenta aseguró que tiene "temor” de que se instale “la idea de que hay una gran crisis" para que quienes gobiernen el país tras las elecciones del año próximo "apliquen políticas de ajuste, fundamentados en que hay una crisis que en realidad no es tal".
La jefa de Estado expresó estar "movilizada por el reconocimiento" que hicieron los expositores que la precedieron "no a un gobierno, porque los gobiernos pasan, sino a las políticas y los proyectos que son lo que le dan un nivel estratégico a un país, como fue la reindustrialización" de la Argentina.
Más adelante, Cristina debió admitir que Argentina "no es Disneyworld", aunque cuestionó las "profecías apocalípticas que se buscan instalar, para generar malas expectativas que terminan afectando a la economía, y quienes tienen estas visiones apoyan a determinados candidatos".
En ese sentido, mencionó a "dirigentes sindicales que dicen que el próximo gobierno tendrá que hacer un fuerte ajuste y habrá que apoyarlo, mientras a nosotros nos reclaman que eliminemos el impuesto a las ganancias", refiriéndose, sin nombrarlo, a Hugo Moyano.
"Tengo mi interpretación frente a este fenómeno mediático de profecías. Mi gran temor reside en que se instale que hay una gran crisis para entonces los que vengan, lo hagan con políticas de ajuste, fundamentados en que hay una crisis que en realidad no es tal. Y así revertir políticas de este gobierno que han generado empleo e inversión", consideró.
La Presidenta dijo "reconocer a los empresarios que hay desafíos" en la economía, "como el ausentismo laboral que resta competitividad o los impuestos superpuestos en jurisdicciones", pero remarcó que "no hay un manual de proceso de transformación perfecto, esto se va construyendo con la sociedad y también en base a la relación de fuerzas".
Finalmente, la jefa del Estado opinó que "cuando se plantean falsos dilemas y crisis, el perjuicio es no poder abordar con seriedad los problemas que realmente pueden tener los procesos de desarrollo industrial, cuando se sustituye de forma imperfecta importaciones".
Además, se refirió a la "necesidad imperiosa de desarrollar tecnología nacional para la extracción" de los recursos de petróleo no convencional de Vaca Muerta, algo que consideró que generará "una revolución energética y el autoabastecimiento", ya que "representa 68.000 millones de dólares, unas 82 cosechas de soja" al año.
Al respecto, resaltó la ley de Hidrocarburos aprobada esta madrugada por la Cámara de Diputados, que "brindará certezas a los empresarios" para invertir "el capital intensivo que hace falta para la extracción".