Por tercer año consecutivo, la Argentina cayó una posición en el índice de corrupción que plantea Transparencia Internacional, aunque mantuvo los 34 puntos que tenía, en una escala en la que 0 unidades significa sumamente corrupto y 100 indican que se trata de una nación muy transparente.
En América, el país quedó ubicado en el vigésimo segundo puesto (22°), por debajo de Brasil (69°), Perú (85°), Colombia (94°), Bolivia (103°) y México (103°). En tanto que la peor ubicación la retuvo Venezuela, ubicada en el lugar número 161.
No estuvieron exentos en la valoración de Transparencia Internacional el caso del lavado de dinero que involucra a Lázaro Báez y otras causas de corrupción que afectan al Gobierno, como el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou o de empresarios cercanos al poder como Ricardo Jaime.
El mismo informe determinó que los países más corruptos del mundo son Sudan, Somalia y Corea del Norte, que apenas sumaron 8 unidades y compartieron la última posición. Por el contrario, Dinamarca fue el que registró la mejor reputación y fue considerado el más transparente al obtener una puntuación de 96.
La corrupción también afecta a los países que componen el grupo denominado BRIC: la puntuación de China cayó cuatro unidades, pese a que se mostró decidido a erradicar los actos de cohecho entre funcionarios públicos. Además el lavado de dinero golpeó a Brasil (que obtuvo una puntuación de 43), la India (38) y Rusia (27 unidades).
"Cuando líderes y altos funcionarios abusan de su poder para usar fondos públicos en beneficio propio, el crecimiento económico se ve minado y los esfuerzos por frenar la corrupción quedan frustrados", señaló José Ugaz, presidente de Transparency International.
El relevamiento destacó que la corrupción está presente en "todas las economías" y que más de dos tercios de los países avaluados obtuvo una puntuación inferior a 50, con una calificación promedio de 43.