Ayer, y con más participantes de que se esperaba, un emotivo acto se realizó en la ciudad de Buenos Aires para conmemorar el décimo aniversario de la tragedia del boliche República de Cromañón, en el que perdieron la vida 194 personas en la noche del 30 de diciembre de 2004 en la zona porteña de Once.
Actos, marchas, una misa en la Catedral metropolitana, una radio abierta y una suelta de globos a las 22:50, en el horario en el que se produjo el fatídico incidente hace 10 años durante la presentación del grupo Callejeros en el local de Bartolomé Mitre al 3000, dieron forma a una jornada de sentidos homenajes en la Capital Federal, aunados bajo el lema "La corrupción mata".
El día llevó a recordar algo que el matrimonio Kirchner luego repetiría en cada tragedia: el silencio y el escape. Si bien lo venían practicando en Santa Cruz, a nivel nacional llamó la atención el silencio del entonces presidente Néstor Kirchner, que veía opacada su flamante presidencia, a solo meses de ejercerla. Su primera declaración fue recién 15 días después. Cristina, en tanto, se fue a Disney.
Fue en un acto en José C. Paz y ante 15 mil personas que Néstor, 15 días después de la tragedia, apareció públicamente y emitió su primera palabra en el marco de una de las tragedias más dolorosas de la Argentina.
"Nos duele profundamente lo que nos pasó a los argentinos a horas de terminar el año pasado. Nos duele porque son nuestros hijos, nuestros hermanos, aquellos que comparten con nosotros el deseo de una patria mejor y que sucumbieron ante la irresponsabilidad asesina, casi masacre, que sometió a la muerte a casi dos centenares de argentinos", dijo
"Este presidente que ven ustedes tiene la manos limpias y absolutamente desatadas para que haya justicia en la Argentina", agregó. Y advirtió que no está "emparentado ni tiene compromisos con ningún interés contrario a los del pueblo argentino".
También defendió su decisión de mantener silencio en los primeros días de la catástrofe al sostener que: "Jamás me verán haciendo escenas o tratando de capitalizar el dolor de los argentinos".
Por su parte, la entonces Primera Dama, Cristina Fernández, en ese entonces y mientras tanto, preparaba las valijas para marcharse a Disney con su hija Florencia.
Según lo contó Clarín en su oportunidad, el domingo 30 de enero (ya de 2005) a las 23:15, la primera dama abordó un vuelo hacia Miami para visitar Disneyworld junto a Florencia y una amiga. Pero casi perdió el avión cuando Migraciones le exigió la autorización del Presidente para que su hija pudiera salir del país. El trámite llegó por fax, apenas 10 minutos antes de la hora de despegue y un mes después del país enlutado por la tragedia y la corrupción.