Los jueces, fiscales y resoluciones, que hace semanas aparecían a diario en las noticias y mantenían en vilo al Gobierno, dejaron de estar "en pie de lucha" para entrar en un clima de paz momentánea, luego de uno de los períodos de cruces más feroces entre el Gobierno y la Justicia de los últimos años.

Fueron meses agitados y en los que la "vara llegó muy alto", según el análisis de un magistrado consultado por agencia Noticias Argentinas.

Se llegó a avanzar en una causa contra la presidenta Cristina Kirchner y su hijo, Máximo, como fue el caso Hotesur, por el que se realizaron allanamientos, y se procesó y envió a juicio al vicepresidente Amado Boudou.

Desde hace semanas en los pasillos de Comodoro Py se respira un clima distinto al de meses atrás y, si bien se habla de una supuesta tregua entre el gobierno nacional y los jueces, todo parece ser producto de un proceso natural ante la llegada de las elecciones y de una meseta que frecuentemente se da entre tormentas.

Consultados por NA, jueces y fiscales aseguraron que no se pactó tregua alguna con la Casa Rosada, más allá que siempre hubo intentos de los operadores del kirchnerismo en tratar de apaciguar los ánimos o "negociar" el devenir de una causa penal.

"El clima que había no le conviene ni a uno ni a otro", aseguró uno de los jueces con oficina en el cuarto piso de los tribunales, para quien la tensión bajó de ambos lados por un proceso natural.

El magistrado atribuyó la armonía a que los jueces evitan jugar políticamente en la previa de las elecciones, para no involucrarse ni con el Gobierno ni en contra y también ante la eventual aplicación del nuevo Código Procesal Penal, que viene cosechando críticas de los jueces del fuero criminal.

Además, el juez hizo referencia a cómo se apaciguaron los ánimos incluso por parte de su colega Claudio Bonadío, quien investiga la causa Hotesur, en la que llegó a allanar la empresa de la que es socia la Presidenta, y hasta corrió el fuerte rumor de que ya tenía preparado una citación a indagatoria para Máximo Kirchner.

Otro de los magistrados del cuarto piso, que supo mantener en vilo al Gobierno con las causas en su poder que podrían complicar a muchos de los funcionarios del Ejecutivo, también reconoció que existe una "tregua natural".

"Hay mensajes de un lado y del otro, nadie come vidrio, por ahora bajó la tensión y hay tranquilidad, pero en cualquier momento las cosas pueden cambiar", narró sobre la situación que se vive hoy en el edificio de Retiro.

El magistrado habló de señales que se hacen llegar mutuamente y, en ese sentido, resaltó que ninguno de los federales está siendo acorralado en el Consejo de la Magistratura con pedidos de juicio político que pudiesen comprometerlos.

Al igual que todos los consultados, un fiscal relató que, más allá de que los operadores del Gobierno siguen frecuentando los pasillos y que hasta incluso se utilizó la figura de un juez en funciones para "bajar los ánimos", la calma que viven los federales es porque "a ninguno le conviene que esta situación" genere un conflicto.

Según evaluó el fiscal federal a NA, al Gobierno no le sirve porque se podría ver afectado durante el proceso electoral, mientras que los jueces podrían quedar debilitados ante el embate del oficialismo.

Es evidente el cambio de clima en los Tribunales y hasta no hace mucho era el principal problema para el gobierno nacional, por sobre la dirigencia opositora.

Se dieron los procesamientos a Boudou por el caso Ciccone y por la documentación irregular de un vehículo que compró, la citación del ministro de Justicia Julio Alak en una causa tras su paso por Aerolíneas Argentinas, un allanamiento en la AFA a manos de María Servini de Cubría por manejo de fondos en el Fútbol para Todos y aquellas causas que complicaban a la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, entre muchas otras.

Para explicar la situación, otro de los jueces consideró que el hecho de bajar la guardia por parte de algunos funcionarios está estrechamente vinculado a los cambios que hubo en la Secretaría de Inteligencia en diciembre pasado.

Es que muchos magistrados tenían estrecha relación con la línea del organismo que fue expulsada por decisión de la Presidenta y algunos "están a la expectativa de ver cómo se reacomodan las cosas".

Se sabe que Comodoro Py no funciona como un scrum de rugby donde todos juntos van en la misma dirección, sino que hay algunos que hacen su propio juego y otros evitan formar parte de tal.

El "partido judicial", tal cual lo bautizó la jefa de Estado, calmó sus ánimos aunque no se sabe hasta cuándo, ni si desde el Gobierno hay intenciones de encarar otro cruce como el pasado en plena campaña electoral.

La investigación por el atentado a la AMIA prosigue en un mar de dificultades dadas por el paso del tiempo y una abundante documentación recientemente incorporada, aunque con objetivos definidos a corto plazo.