Pocos lo saben, pero los vecinos de la jueza Sandra Arroyo Salgado debieron cambiar su rutina por la amplia custodia que ostenta en los últimos tiempos.
Por caso, los consorcistas del edificio donde vive la exesposa de Alberto Nisman, se han quejado por el celo de los 6 custodios que se reparten entre el edificio y los alrededores.
Según revela el portal Expediente Político, dos efectivos de la Federal vigilan los movimientos externos y están atentos a cualquier traslado de la jueza o de sus dos hijas. Muchas veces, se demoran el paso de otros autos y a los visitantes de otros departamentos se les exige que abran carteras y maletines.
También se los debe acompañar en el ascensor. Estos otros dos custodios están ubicados en la recepción del edificio chequeando cámaras de seguridad. Finalmente los otros dos están vigilando la puerta de entrada del departamento de la familia del fiscal, cuya muerte se investiga tras denunciar a la presidenta Cristina Kirchner.
El gobierno sigue de cerca, el celo de esta custodia, que no se cuidó debidamente durante los últimos días de Nisman.
Fue necesaria la confesión de su ex esposa, la jueza, Arroyo Salgado, en el programa de Mirtha, contando que una de sus hijas niega el apellido para no ser cargada por sus compañeras. “Todo esto nos hizo sufrir mucho, todo este desprestigio”, dijo la Jueza refiriéndose a la campaña sucia que ejecutó el gobierno.
Se sabe que la hija de Nisman, que juega al hockey en el CASI, tiene dos custodios permanentes que siguen sus pasos cerca de la línea de juego.
Cuando termina el partido la joven no comparte el tercer tiempo con su equipo sino que se retira rápidamente a su casa bajo custodia.