El jueves por la noche se realizó el acto para la inauguración del “Café Literario Ateneo NK”, en la provincia de Santa Cruz, en medio de una agitada jornada social y política, marcada por las protestas de municipales y las acciones para escabullirse de los candidatos y funcionarios que llegaban para asistir al evento.
Según detalló el sitio OPI Santa Cruz: “Poca militancia, mucha obsecuencia y los discursos más pobres que se hayan escuchado en el último tiempo. Zannini adulador y Scioli innecesariamente chupamedias”.
Así las cosas, el acto que armó el kirchnerismo para reinstalar la mística K en la provincia, no convenció, ni siquiera, a los propios cuadros del peronismo local.
“Poca gente, no más de 250 o 300 personas se dieron cita, afuera La Cámpora campeaba el frío intenso de la noche ventosa, mientras adentro la primera línea política del partido que creó Néstor Kirchner, se aprestaba a poner la piedra fundamental de la refundación santacruceña con otro perfil y el mismo apellido: Máximo Kirchner”, cuenta OPI.
“Una vez más, todos hablaron por él y a quien muchos querían escuchar, hizo silencio. Como el hijo de un capo fallecido, todos besaron simbólicamente su anillo. El mismo Zannini, que de todos allí era el que más autonomía tenía, no dejó pasar la oportunidad para recordarle a todos, que Máximo es un cuadro envidiable y le autoasignó las cualidades de su padre, como si se tratara de un hecho voluntarista, resumir en alguien, las cualidades políticas y personales de otro; pero en fin, en tren de ponerle una marca, le besó la frente para que se eche a andar”, agrega el reconocido sitio sureño.
“Zannini se encargó de resaltar que no era cierto ‘como dijeron por ahí’, manifestó, que se trataba del lanzamiento de campaña de Máximo, sino que era la inauguración de un espacio de recordación a Néstor Kirchner. También se encargó de tratar con ironía la protesta de los municipales y los catalogó como una ‘corporación’ de opositores, dejando entrever que no lograrán empañar sus candidaturas y especialmente la de Máximo Kirchner”, añade OPI.
También cuenta que “el discurso de Scioli fue lamentable por donde se lo mire. El gobernador bonaerense tiene una adicción por los Kirchner y de hecho lo puso de manifiesto esta noche, cuando desenvainó su mejor obsecuencia para alabar al hijo pródigo de quien fue su maestro”.
Si bien no se registraron incidentes con los trabajadores municipales que se manifestaron en las rutas y en las calles de Río Gallegos en contra de la llegada de los funcionarios nacionales, hubo algunas escaramuzas entre la propia militancia y especialmente con afiliados del sindicato petrolero privados de la provincia que llegaron para apoyar al modelo, generándose discusiones y hasta volaron algunas trompadas, porque cuando éstos arribaron, los militantes de La Cámpora, Kolina y la gente que llegó con banderas del intendente Belloni (El Calafate), no querían ceder sus lugares.