De manera imprevista y sorpresiva, la Corte Suprema de Justicia de la Nación abrió la puerta hoy para el resurgimiento de la causa Skanska, el primer escándalo de corrupción del gobierno kirchnerista.
Ello, al darle legitimidad a la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas (FIA) para apelar la nulidad de pruebas claves en ese expediente. Hoy, los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda firmaron un fallo en donde dejaron sin efecto una resolución de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal y validaron el papel de la FIA en esa causa. La Corte reconoció "la facultad recursiva de dicha Fiscalía" porque "se corresponde con la función constitucional del Ministerio Público de defender la legalidad y los intereses generales de la sociedad y, además, resguarda la responsabilidad que de otra manera podía caberle al Estado Argentino".
El caso remite al expediente que buscaba esclarecer si hubo sobreprecios y cohecho en la ampliación de los gasoductos norte y sur en 2005, obras en las que participó la empresa sueca Skanska.
La empresa reconoció haber pagado sobornos y el juez Norberto Oyarbide procesó al entonces secretario de Energía Daniel Cameron y el ex interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) Fulvio Madaro, junto a ejecutivos de la firma.
Pero en 2008 la Sala I de la Cámara Federal resolvió anular una prueba clave, una grabación que hablaba de sobornos.
Y en 2011 los jueces de la Sala I Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero, sobreseyeron a todos los involucrados: dijeron que la adjudicación de las obras fue una "decisión política" regida por la necesidad de ampliar el suministro de gas antes del invierno de 2005 y sostuvieron que no hubo "sobreprecios" en base a un peritaje contable realizado por peritos de la Corte y avalado por el ministro de Planificación Julio De Vido. Precisamente, la Corte se refirió ahora al capítulo de la anulación como medio de prueba de una grabación secuestrada con motivo del allanamiento realizado en la sede de la empresa "Skanska".
Aquella prueba había sido obtenida por el juez en lo penal tributario Javier López Biscayart -que también investigaba a Skanska por evasión- en un allanamiento cuando un servidor informático de la empresa registró una conversación grabada en secreto en marzo de 2006, durante una auditoría interna.
Allí se escuchaba Javier Azcárate, por entonces gerente comercial de Skanska, confesándole al auditor interno Claudio Corizzo que la constructora había pagado sobornos a funcionarios del gobierno de Néstor Kirchner.
La Cámara Federal anuló la grabación y el testimonio del auditor referido a esa conversación; esta decisión no fue apelada por el fiscal de Cámara, pero sí por el titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, entonces a cargo de Manuel Garrido. La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal declaró inadmisible el recurso, en el entendimiento de que la FIA carecía de legitimación, pero el caso llegó a la Corte que ahora avaló el papel de esa fiscalía administrativa en base al precedente contra el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, dictado días atrás.