Más allá de la inflación, que dicho sea de paso, parecería ser que para el kirchnerismo esto es un flagelo nuevo —y que durante los doce años de su gestión no existió, y que más allá de que nuestro país, junto con Venezuela, hayan encabezado el ranking inflacionario en Latinoamérica—, da la sensación de que, para un sector de la sociedad, nos olvidamos hacia dónde íbamos.
En este sentido, debemos citar algunos ejemplos claros, concretos y, fundamentalmente, objetivos para darnos cuenta de que país nos esperaba si seguíamos con el rumbo K.
Claro, es muy difícil deducir, a ciencia cierta, que rumbo hubiesen tomado Scioli o Massa en caso de haber sido electos, pero seamos realistas; tanto uno como otro, ¿hubiesen podido sostener, sin ir muy lejos, el disparatado déficit fiscal en el que nos sumió la dupla Cristina/Axel?
Por supuesto que no. Y aquí comienzan las preguntas... ¿Qué medidas hubiese tomado Scioli para levantar el cepo cambiario? ¿Cómo hubiese negociado Scioli con los fondos buitre? ¿Cómo sería el plan kichrnerista para solucionar la crisis energética? No nos olvidemos, además, que todos estos problemas que hoy debe solucionar la administración Macri, fueron generados por el kirchnerismo, el mismo que prometía en campaña construir sobre lo construido.
De todas maneras, el punto en cuestión no es hacer un planteo de cómo solucionar problemas que el kirchnerismo no solo no puedo solucionar sino que además, como dijimos, ellos mismos generaron. El punto en cuestión es recordar, y reflexionar, sobre el rumbo que proponía el Frente Para la Victoria.
No debemos olvidarnos de cosas tan simples que, de tan simples que fueron, son demasiado graves, ¿o acaso no es grave ver la imagen de la caja de seguridad que extasiaba a Néstor?
¿No fue grave que, "casualmente", todas las causas que involucraban a los Kirchner, como por ejemplo las de enriquecimiento ilícito o la denuncia por el falso título de abogada de Cristina cayeran en el juzgado de Norberto Oyarbide?
Y ya que hablamos de justicia, no debemos olvidarnos de los intentos del kirchnerismo por apropiarse del Poder Judicial, algo realmente digno de una verdadera dictadura.
Tampoco debemos olvidar el uso sistemático de la mentira, destinadas a insultar la inteligencia de la gente a través de maratónicas cadenas nacionales, donde nos contaban imbecilidades tales como el almuerzo por $ 3 que se comía en la Casa Rosada en 2013, que según el INDEC una familia comía con $6 por día, el polo audiovisual de la isla Demarchi, el FBI que prometió Néstor, el submarino nuclear que anunció Nilda Garré, los 20 mil millones de dólares de inversiones chinas, el tren bala, el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, los créditos para inquilinos, los planes para "todos y todas", que iban desde la compra de una licuadora hasta un auto, las casas de "sueños compartidos", los camiones con pescado y milanesas, la Morenocard, las 18 cosechadoras que iban a ir a Angola... en fin, la lista es larga, demasiado larga, y muchísimo más extensa sería si detalláramos los casos de corrupción en los que está involucrado el kirchnerismo, que van desde Hotesur hasta Ciccone pasando por Milagro Sala y más, mucho más.
Como dijimos al principio, más allá de la inflación, que es parte de la herencia recibida, no debemos olvidarnos hacia dónde íbamos, que a la luz de algunos ejemplos, no todos, aquí expuestos, que son absolutamente reales e indiscutibles… es indudable que con el kirchnerismo íbamos, sin alternativa a un precipicio, y ya estábamos en el borde.