Florencia Cristaldo, una mujer de palabra en el oficio de representar a otros. Última obra, Abandonados (Columbia Teatro, Av. Corrientes 1537)
María Florencia Cristaldo, es actriz y profesora de teatro. Transitó con éxito diversos géneros del arte: drama, comedia musical y el clown. Su Alma Mater Studiorum la UNA (Universidad Nacional de las Artes), completó formación con: Raúl Serrano, Carolina Bonanni, Marcelo Penco, Pablo Angeli, entre otros. Participó en las obras: “Estoy en un Cuento”; “De Memoria”; “A Medio Abrir “; “Tan Brutas”; “La Otra Vida”; “Abandonados” (último trabajo). Profesional multitarget, recibió a Tribuna de Periodistas para dialogar sobre su pasión de actuar, los límites del arte y su mirada social.
-¿Hablemos del presente, de la carrera del actor aquí y ahora?
-El tema del actor depende del ámbito en que te muevas. En la facultad, hay muchos egresados que desean vivir de la actuación, pero terminan haciendo algo más por vocación, pero no llegan a vivir del arte de la actuación. Haciendo obras en el “Off” -con contactos-, algunos pueden llegar a Calle Corrientes. Nadie te asegura nada. Hay muchos actores que trabajan en la docencia. Soy docente, y luego tengo mi faceta de actriz.
-¿Qué moviliza a una persona a subirse al escenario y componer un personaje? ¿Cuál es el numen del actor?
-Me mueve el cable a tierra, que me conecta con algo muy verdadero mío. Mucha pasión y disfrute que, una vez que lo hacés, no lo podés dejar más. Como una adicción. ¡Pero buena! Trabajo en una cooperativa como docente, todos gestionamos nuestro trabajo, tengo otra concepción del trabajo. Dispongo de mí tiempo, lo disfruto, a la vez que poseo mi fuente laboral. Mi visión es superadora del mercantilismo, es la realización total. Podés vivir otras vidas y situaciones a través del oficio del teatro.
-¿Metodología que utiliza para el abordaje de textos, creación /composición de personajes, utilización del espacio escénico?
-Soy bastante solitaria. Concentración en varios puntos, previo con mi cuerpo, con la voz. En particular, imagino la situación del personaje antes de salir, pienso en la previa, ¿qué siente?, ¿dónde está?... Me ayuda mucho esto. Hay que pensar en el recurso de “La Pesca del Día”; ¿qué vas a probar hoy?
-¿Ud. trabajó en la “Compañía Teatral Anaclównicos” . Dentro de la organización “Payamédicos”, ¿cómo son las intervenciones del clown en sector de la salud?
-Hay dos etapas de la intervención. Llegar y hablar desde los artistas con el personal médico. Ver las Historias Clínicas (si nos dejan). A veces falla la comunicación y no están enterados de que van los payamédicos (risas). La idea es tener información de los pacientes que vamos a visitar, saber que temas podemos tocar y que no. Focalizamos desde el primer contacto que tiene el clown: “la mirada”. Aparece el clown, se presenta ante el paciente, y percibe si la mirada me habilita a entrar o no. A intervenir o no. No es un espectáculo. Es una intervención de a dos. Es proponer desde un lugar lúdico trabajar su salud. Desde la salud. Promoviendo bienestar. El equipo de Payamédico es transdicsiplinario: teatristas, médicos, estudiantes, formadores, psicólogos, psiquiatras, psicodramas, etc. Luego en la “cartografía” - es un espacio del después - donde volcamos nuestra intervención.
-La importancia de la formación circense en el actor. A ver si comparte mi tesis: Tanto Florencio Parravicini, José Marrone, pasando por los grandes capocómicos del humor hasta llegar al formidable Alberto Olmedo, todos estaban atravesados por las artes del circo. Trabajaron “el campo y fuera de campo”. Crearon tendencia ¿Coincide?
-Hay mucha oferta de espectáculos en Bs.As. Variedad de cómicos, mucha gente que hace clown / comedia física, que no es conocida y está en el ambiente. Hay un profesor, Diego Mauriño (La Idea Fija, 2012), con su Teatro del Perro, que trabaja mucho con el oficio de la comedia / varieté, que mira al público y lo interpela, que tiene su propia historia para mostrar. Lo recomiendo. La formación del pasado del circo criollo, la gente no tenía academicismo, se formaba en “las tablas”. El maestro era el público y el escenario. Desde los hermanos (Gerónimo y José) Podestá (1886), el teatro estaba más conectado con el circo.
-¿En qué proyectos está trabajando? ¿Cuál es el sueño / la entelequia de la talentosa y joven actriz Florencia Cristaldo?
-Hasta ahora trabajé en teatro. Me gustaría poder explorar el cine y la TV. Creo que hay algo de la cámara que te coloca desde otro lado de la expresividad. El teatro es muy por afuera; con la cámara tenés que ser más sutil para poder expresarte. Hay un trabajo especial frente a la cámara. Es un entrenamiento de conectar rápido (emociones, compañeros).
-Con todo, hay actores que no saben qué hacer con las manos, etc. En los años `40, el mítico Humphrey Bogart (Casablanca, 1942), ocupaba sus manos con el “paradigma” de época: las bebidas alcohólicas, la barra, el cigarrillo. Bueno, también le ponían una tarima porque era muy petisito…
-(Jajaja) El tema es poder entrenar la tranquilidad. Sobre todo el actor debe vencer dos grandes cuestiones: la mirada del afuera (el público), y la utocrítica”. Cuando uno vence a esas dos grandes cosas, ya no importa donde ponés las manos. Las manos acompañan tu comportamiento. Es parte de la escena. Hay que incorporar la presencia de la cámara.
-Hay una moda en Buenos Aires, la del “Teatro Propio”. Autores, directores y actores, se asocian para la compra de un espacio físico. Definen al teatro como una “celebración”, o lugar de encuentro ¿Lo pensó, le seduce la idea?
-Ah, como “La Carpintería. Está en Almagro. Como “Timbre 4”. Es un semillero de artistas. “La Carpintería”, era un negocio de carpintería. Me gusta la idea. Me encanta. Es uno de mis sueños: una sala… un centro cultural… ¡Para soñar que sea a lo grande! (Risas).
-En la pasada “Década Perdida / Robada K”, se extendió otra moda, la de los “actores militantes”. Con el dogmatismo: “hay que salir a apoyar al modelo”. ¿Hasta dónde es válido el compromiso de los artistas?
-Para mí lo interesante, es poder pensar diferente. Hay que poder decir lo que se piensa. Cuando la verdad es sólo una, no se da la posibilidad de hablar con libertad. Desde la facultad hay pluralidad de ideas. Uno no varía el momento escénico con la actualidad política del país. El actor puede estar comprometido o no, pero eso no demuestra si es bueno o mal actor. No tiene nada que ver con un pensamiento filosófico o político. Aunque uno esté comprometido con un proyecto político determinado, lo que hago arriba del escenario no tiene relación.
-¿Tiene un concepto formado del crítico de cine, de teatro? ¿Es de utilidad para el espectador o es un mal necesario para el arte?
-Hay de todo…a mí me interesa diferenciar crítica de opinión. Hay críticos que dan opinión, no manejan conceptos, procedimientos. Hay que ayudar a describir la obra, como es tu caso. Hay críticos que opinan: “me gustó o no”, es subjetivo. La crítica debe sustentarse en marco teórico. Le devuelve al espectáculo un montón de cosas. Que ayude a pensar la obra. En mi caso, voy a espectáculos no por la crítica. Sí, por la sinopsis del autor. La crítica sirve para mirarnos a nosotros mismos.
Florencia Cristaldo. Todoterreno en el oficio de patear las tablas: “hay que pensar en situaciones del personaje antes de entrar a escena”
Gustavo Contarelli
La actriz se percibe con buena formación. No abundan en el medio. En TV se nota lo básicas que son muchas. La fama es puro cuento. Felicito Florencia por tu ejemplo.