Nos dicen que la operación ya está cerrada, solo faltan detalles. Un grupo gerenciador de Cablevisión está preparado para desembarcar en la telefónica ni bien se anuncie oficialmente el acuerdo.
Hace unos años, cuando “Chiche” Gelblung se incorporó a Radio Mitre, contó que tuvo una entrevista con Héctor Magnetto, quien formalmente le dio la bienvenida a los que humoristas K llaman “la corpo”.
El CEO de Clarín le contó a Gelblung que en los tiempos que ese grupo y Néstor Kirchner mantenían un romance idílico (el Presidente muerto —demasiado ingenuo— pensó que esos amores con Clarín y otros medios son eternos.
En uno de esos encuentros tan frecuentes, Néstor le dijo a Magnetto: “Te voy a hacer el hombre más rico de la Argentina”.
¿Qué quiso decir? Kirchner quiso que Magnetto fuera su testaferro y quien compraría Telecom sería el propio Néstor.
Kirchner se caracterizó siempre por robar al Estado todo lo que pudiera, en eso era hábil. Pero le faltaba la visión profética de saber con quién podía hacerle propuestas indecentes y con quién no.
El CEO de Clarín no precisaba de los Kirchner para acrecentar la fortuna de sus empresas. Precisaba en cambio que ese gobierno dictara algunas leyes, como la del resguardo al patrimonio de las empresas culturales y/o medios de difusión, que no pudieran ser tomados por corporaciones extranjeras.
Cuando estalló la guerra por la 125 y el grupo Clarín diera por terminado el romance con los K, Néstor lanzó otras de sus profecías, absurda y trucha.
Dijo en presencia de muchos de sus aplaudidores: “No me voy a morir hasta no tener a Magnetto de rodillas”.
Ya se sabe cómo terminó esta historia, Kirchner murió y Magnetto sigue vivo peleando contra su enfermedad.
Hace poco se cruzó en una carnicería de Mercedes con el camporista Wado de Pedro. Nos dicen que De Pedro no pudo resistir que Magnetto lo mirara fijamente, bajó la vista y se quedó en silencio.
Ahora que Magnetto tiene entre sus manos Telecom sin ser testaferro de nadie, recordamos aquellas dos historias. Néstor falleció y el CEO DE Clarín sigue de pié, y ya Telecom es casi seguro parte de sus empresas.
Sin dudas, la especialidad de Néstor Kirchner era la rapiña, jamás acertaba con las profecías.