“Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible: …sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;
La perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.” (Eduardo Galeano).
El 22 de Julio próximo, casualmente el Día Mundial contra la Mega-minería, Andalgalá llegará a las cuatrocientas caminatas ininterrumpidas, en contra de un proyecto ECOCIDA como lo es el de Agua Rica, esto significa que en más de 7 años, un pueblo pequeño le sigue poniendo freno al saqueo colonizador del extractivismo a gran escala. Le sigue torciendo el brazo a la justicia, y le sigue dejando en claro, a los gobiernos que por más Pactos Federales Mineros que firmen, cuando un pueblo se levanta y alza su voz, nada ni nadie lo puede someter.
¿Y qué significan 400 caminatas? Significa que todos los sábados a la noche, todos, la gente de Andalgalá se reúne espontáneamente en la plaza y con canticos, tambores, banderas, abrazos (y otras yerbas autóctonas), manifiestan que El Aconquija ES INTOCABLE, y no importa si hace frio o calor, si llueve o cae nieve, si es Navidad o si es otro Año Nuevo, Andalgalá camina feliz porque celebra la Vida y valora el Agua como un Derecho Humano , Natural y Escaso.
Significa que en estos años, ese pueblo, a veces eufórico, otras decaído y muchas veces ninguneado ha decidido no creer más en las mentiras con que políticos, gobernantes y CEO´s, hijos del capitalismo más ambicioso, han tratado de instalar, en una sociedad rebelde, descreída y empoderada que solo lucha por preservar lo poco que queda de un ambiente cada vez mas y mas deteriorado.
Significa también, que en esas tierras, se vienen sembrando semillas de libertad y que su lucha es la de muchas otras que a lo largo de la cordillera van brotando conciencias, como desaprendiendo errores … tal vez sus pobladores no tengan idea de la magnitud de su lucha, porque es “gentecita simple” o porque ya tienen esa sangre guerrera en sus venas y entonces, es normal para ellos; o quizás sea porque son tan ambiciosos que pretenden ver cada día, al salir de sus hogares, la majestuosidad de un cerro que en su sencillez guarda toda su impronta.
400 caminatas y todas las que sean necesarias, hasta que se entienda…