Quiero entrevistar a Cristina. Si quiero entrevistar a Cristina. ¿Qué tiene de malo? ¿Le parece imposible? Me propongo como candidato para hacerle un reportaje a la ex presidenta. Me contaron que está dispuesta a salir del personaje zen que interpretó todo este tiempo y que quiere volver a ser la Cristina audaz, desafiante y vociferante. Pues bien, si va a dar entrevistas me quiero anotar en la lista de postulantes.
Creo que tengo méritos. Le doy un dato, así como me vé, soy el periodista que más veces la entrevistó. Empecé a llevarla a mis programas de cable hace 20 años. Cuando era diputada, cuando era senadora, cuando todavía no era arquitecta egipcia ni presidenta. Tengo 12 reportajes grabados en los viejos VHS. Un archivo espectacular que voy a mostrar esta noche, o en un rato. Vale la pena ver a una Cristina joven, con flequillo, defensora de Cavallo y de Duhalde. Se lo juro, no me lo cree. Esta noche voy a mostrar los videos en Los Leuco en TN.
Parecía tan fresca, sincera y honesta. En un momento dice que los políticos pierden credibilidad cuando cambian de opinión y de patrimonio. Justo lo que hizo ella. Se queja de que el gobierno de Fernando de la Rúa hacía propaganda permanente. Justo ella, la misma de 678, miles de cadenas y fútbol para todos y todas. Le da con un caño a la Alianza porque en Santa Cruz llevó como candidato al menemista Arturo Puricelli y después le tomó juramento como ministro de Defensa de su gobierno.
Todo el tiempo aparece una Cristina contradictoria: elogia a Duhalde por no haber privatizado el Banco Provincia pero ellos privatizaron el Banco Santa Cruz y fueron fervientes impulsores, con Oscar Parrilli, de la privatización de YPF.
Aunque usted no lo crea voy a mostrar a una Cristina que se queja porque los jueces federales protegen a los políticos poderosos y dice que solo van presos los ladrones de gallina. Cristina escupe frente al espejo. Dice la exitosa abogada que nunca ganó un juicio, que en Argentina los progresistas atrasan pero luego los coloca como jefes de su tropa. En forma insólita pone al dictador Augusto Pinochet a la misma altura del socialista Ricardo Lagos. ¿No me cree? Lo va a poder ver con sus propios ojos.
Y como si esto fuera poco rechaza a los políticos que tienen doble discurso y que dicen una cosa en el llano y otra en el poder. ¿Y Boston?, diría el lenguaraz de Aníbal Fernández. Se queja del verticalismo pero lo ejerció con puño de hierro y elogia a los países europeos, tan distintos al eje bolivariano.
Pero el colmo es que tengo una Cristina verborrágica como siempre, maníaca como siempre, pero defendiendo a los medios de comunicación como nunca. Dice Cristina, sí señor, no estoy loco, que los medios no inventan nada, que solo muestran lo que pasa. Incluso no les atribuye demasiada importancia a las opiniones de los periodistas. Insisto, por todo esto me estoy candidateando a entrevistar a Cristina. Soy el que más experiencia tiene. Tengo 12 programas con 4 horas de grabación.
Doctora, si me está escuchando o alguien le cuenta esto le solicito formalmente una entrevista. Mientras tanto le voy adelantando algunas preguntas que me gustaría hacerle. ¿Por qué motivo usted sacó la menor cantidad de votos de la historia del peronismo en la provincia? Pudo descubrir como sucedió ese drama: la votaron menos personas que a Aníbal Fernández y eso es mucho decir.
¿Reconoce, que cometió dos errores increíbles, dos golazos en contra en su relación con Randazzo? Si usted lo colocaba como candidato a gobernador en lugar de Aníbal hoy Daniel Scioli sería presidente. O mejor dicho, Carlos Zannini sería presidente porque ya hubieran derrocado a Daniel. Y si en esta última elección usted hubiera aceptado competir con su empleado, hoy estaría celebrando más de 40 puntos? ¿Qué le pasó ex presidenta? ¿Altanería, soberbia, autoritarismo, falta de capacidad política o simplemente mariscal de la derrota?
Una pregunta un poco más personal. ¿Dónde guardó las joyas espectaculares que lucía y que dejó de usar cuando la denunció Graciela Ocaña? ¿Las escondió? Cuestan muchos miles de dólares y jamás fueron declaradas. ¿Le prestó pulseras, collares y aros de oro y brillantes a su hija Florencia y nunca se los devolvió? Vió como son los chicos, doctora. ¿Y los cinco millones de dólares que tenía Florencia en su caja de seguridad de quién son?
Esto es muy serio, doctora: que pasa en el mausoleo faraónico donde descansan los restos de su esposo Néstor. Lázaro Báez se los regaló y luego dejó de mantenerlo y custodiarlo. Dinero no le falta. Leyó que Lázaro tiene 400 propiedades y mil vehículos. Un genio de las finanzas. En tan poco tiempo es el mayor terrateniente de la Argentina. De cajero de banco a magnate. Entre nosotros, doctora, ahora que no nos escucha nadie: ¿Cuantas de esas mansiones, estancias y autos de alta gama son suyos y cuantos de la familia Báez?
¿Esta arrepentida de algo, Cristina? ¿De haber elegido a Amado Boudou como vicepresidente que al final le quiso robar Ciccone al mismísimo Néstor una vez que falleció? Cree usted en ese dicho del que roba a un ladrón tiene cien años de perdón. Hablando de ladrones y con todo respeto, Cristina, ¿Qué puede decir del rol del Corcho Rodríguez que cobró coimas de Odebrecht y se las pagó a Julio de Vido y sus muchachos? ¿Cómo se va a sacar esa mancha? ¿O esa plata se la quedaban ellos? ¿O una mancha mas no le hace nada el tigre?
¿Qué le diría a Víctor Manzanares, su contador? Está preso por su culpa y por haber sido el dibujante de todos los balances y declaraciones patrimoniales. ¿No tiene miedo que prenda el ventilador y cuente la verdad? Vamos dos minutos al plano internacional. Hay mucho que preguntar pero me detengo en tres temas. El atentado del Estado Islámico en Barcelona. Con un tuit usted dijo ante la masacre: “Mi corazón está en Barcelona?¿Se acuerda cuando dijo que el ISIS casi era un invento de Hollywood? Miren al norte, pidió. ¿Se acuerda? ¿Cambió de pensamiento?
Y dos países más. Irán y Venezuela. Confiese que no puede seguir callada frente a la dictadura de Maduro. Tantos muertos, tantos presos políticos. Si no condena la dictadura chavista no tiene autoridad para hablar contra terroristas de estado. Y ¿Qué quiso hacer con ese pacto tenebroso con Irán que firmó Héctor Timerman, un traidor al pueblo judío, como lo definió Elisa Carrió?
¿Nada de lo que pasó con el asesinato del fiscal Alberto Nisman le llamó la atención? ¿Le pareció lo más normal del mundo lo que al mundo le pareció un magnicidio propio de república bananera? ¿Me va a dar la entrevista doctora? Yo sé que sería un milagro pero no hay peor gestión que la que no se hace. ¿Con quién la tengo que gestionar? ¿A quién llamo? A Parrillitudo me parece que ya lo sacó del medio, ¿O me equivoco?.
No me diga que tengo que hablar con Leopoldo Moreau por el tema. ¿Cómo dice, Cristina? Que yo fui un poco crítico con usted. Si, tiene razón, se lo reconozco. Pero no creo que quiera repetir el papelón de una entrevista realizada por chupamedias como hizo hasta ahora. Eso no le suma. Además yo le estoy adelantando algunas preguntas. Puede pensar con tiempo las respuestas.
El pueblo quiere saber. Usted tiene que rendir cuentas ante los tribunales y ante la sociedad. Como cualquier hijo de vecino. Para someterse a la ley y para que haya juicio y castigo. Juicio, castigo y condena. Le ley debe ser pareja para todos. Y el que las hace, las debe pagar. Recién en ese momento comenzaremos a ser una democracia republicana. ¿No le parece?