El país tiene una clara predilección por las cremas heladas, tanto es así que según la última encuesta realizada por la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA), más del 80% de la población consume helados artesanales. Por otra parte, 2 de cada 10 argentinos se confiesan “fanáticos del helado”, categoría que los pone entre las personas que consumen cremas heladas durante todo el año.

Aunque en el pasado era considerado como un “bien de lujo”, la masividad que cobró el consumo de helados en los últimos años llevó a un considerable incremento de la oferta. Este fenómeno explica, en principio, el notorio incremento registrado en los últimos 17 años. Los argentinos pasamos de consumir 3,5 kg de helado a 6,9 kg per cápita entre el año 2000 y el corriente.

De acuerdo con el presidente de AFADHYA, Gabriel Fama, “el helado artesanal forma parte de nuestra identidad y representa la historia de la gastronomía nacional. En América Latina, Argentina es líder en consumo de helado. Esto tiene que ver con la inmigración y la llegada de la tradición de helado que todavía se mantiene: se siguen usando recetas originales y materia prima de calidad, huevos frescos, frutos, etc.”. Por otra parte, también dijo que “los turistas aprecian el helado argentino porque seguimos manteniendo nuestro producto con identidad. El visitante italiano, valoriza el producto argentino porque para ellos es helado de pueblo y no de ciudad”.

Boom del delivery

Si bien en gran parte proliferan las heladerías de barrio, también existen grandes cadenas que mantienen una excelente calidad y al mismo tiempo tienen franquicias en todo el país. Tal es el caso de Grido, que tenía 10 locales a finales del año 2000 y ahora cuenta con 1.400 franquicias en todo el país. Este tipo de cadenas ha cambiado la forma de comprar para quienes antes preferían alguna marca industrial en el supermercado, pero que ahora optan por cadenas como Grido, que ofrecen delivery a domicilio, mejorando notablemente el acceso de los consumidores al producto.

Tanto es el boom de los argentinos por el delivery de cremas, que en la actualidad representa el 23% del consumo en verano, mientras que en invierno es del 25%. Hablando sobre los formatos más requeridos por los consumidores, el formato térmico (telgopor) es el más solicitado, mientras que los formatos consumibles (cucurucho) representan la mayoría de las ventas para “tomar en el local o en la calle”.

Según el testimonio de Gabriel Fama de AFADHYA, en la actualidad “el consumo del helado viene creciendo. El año pasado vivimos un invierno con temperaturas muy bajas, sumado a la llegada tardía de la primavera, lo que estanca el consumo, pero en general. se encuentra en pleno crecimiento. Ahora se consume tanto en verano como en invierno, incluso hace unos años la demanda se duplicó. El helado solía ser un producto de élite y ahora es para todos”.

Entre los gustos más requeridos por los consumidores de helado, el dulce de leche encabeza las preferencias con un abrumador 53%, seguido por chocolate y frutilla para completar el podio. Una de las características más particulares del helado en Argentina es la adaptación de los gustos a los productos regionales. Por ejemplo, en el sur, existen sabores como “rosa mosqueta” o “chocolate de montaña”, dos grandes delicias de la zona.