Sin ser un mercado fuerte de bebidas espirituosas, como otros países de la región, la Argentina se afirma en América Latina como una vidriera para las mejores marcas de whisky del mundo.
“Es que las mejores marcas de whisky del mundo ven cómo en nuestro país crece también el consumo de las calidades premium y súper premium del destilado”, afirmaron Tendencias fuentes del sector.
A los habituales aficionados al whisky en el país, reconocidos por ser relativamente pocos pero exigentes, se está sumando ahora un público más joven, lo que impulsa un cambio progresivo en el consumo de esta bebida, reforzado también por el excelente nivel de la coctelería nacional.
“Buenos Aires es una ciudad muy importante para las marcas, que necesitan mostrar que están presentes en nuestro mercado por cómo nos mira el resto de Latinoamérica”, explicó Gabriel Conte, Brand, manager para Argentina de The Macallan.
Miguel Ángel Reigosa, alma pater del Museo del Whisky, que atesora la colección de botellas más importante del mundo y dispone de 400 marcas para los amantes de este caldo, confirma a su vez que el consumo está creciendo sobre todo en la juventud.
Los nuevos bebedores de whisky se inician en el mundo del single malt (elaborado en una sola destilería, sin mezclas) y con los de tipo NAS (No Age Statement), en los que no se especifica el tiempo de añejamiento, que suelen ser más amigables a los paladares novatos y más accesibles en precio, aunque no por eso de menor calidad.
La apertura de importaciones posibilitó que marcas y productos, que antes no entraban al país, impulsaran el consumo de las categorías premium y súper premium, así como la modalidad de las catas de whisky en las vinotecas, antes reservadas justamente al vino.
Vinerías como Winery, Ligier o Baltimore, sólo para nombrar algunos ejemplos, organizan estas catas de la mano de marcas como Chivas, Macallan o Johnny Walker, interesadas no sólo en cultivar el mercado local, sino en dar una clara muestra de que están en nuestro país.
En el caso de Baltimore, en el barrio porteño de Chacarita, comenzó con las catas de destilados hace cuatro meses y las de whisky son las que más convocan, hasta 15 o 20 participantes.
La cata de whisky es más específica que la de vino y más compleja de organizar, porque no hay muchos especialistas en el tema, y por eso son más espaciadas que las de demás.
“Vienen de todas las edades pero es gente que le gusta el whisky. Cada vez hay más espacios dedicados al whisky porque hay una avidez de la gente por saber sobre el tema”, aseguran en Baltimore.
Y si bien, el whisky encabeza la lista de los destilados más vendidos en esta vinería, con 100 botellas al mes, aún está muy lejos de las 800 de vino que se comercializan en ese mismo tiempo.
En el Museo del Whisky siempre se hicieron catas, aunque ahora hay exclusivas solo para mujeres, porque “cada vez son más las que se van acercando al mundo del whisky”, le dice este cultor del single malt a Télam Tendencias.
De hecho, de los consumidores que se acercan al Museo del Whisky el 15 o 20 por ciento son mujeres, detalla Reigosa, y coincide con Conte en que la Argentina es una vidriera para las marcas y puntapié de sus productos para Latinoamérica.
Tal es así, que en noviembre, el museo albergará el “Whisky Live Buenos Aires”, evento que se hace en distintos países y que será el primero para toda la región.
Juan Manuel Gómez, Brand Manager de whisky de Pernod Ricard (Chivas, Royal Salute, Ballantines´s, Jameson), confirma un aumento del consumo del whisky premium y súper premium y explica que con la apertura de importaciones están entrando otros jugadores.
“Pernod está completando el portafolio con marcas que no estaban acá y lo mismo pasa con la competencia”, le dice a Tendencias.
En el caso de su marca emblema “Chivas Regal”, ahora hay cinco referencias (Chivas 12 años,18 años, 25 años, Extra y el más reciente, Ultis), cuando hace tres años sólo estaban los dos primeros.
Según Gómez, los cócteles empujan ciertamente el consumo de whisky y los de alta calidad también contribuyen a que se potencie esa variante en el consumo.
“Argentina tiene un nivel altísimo de coctelería, a punto tal que estamos a la altura de Europa y Estados Unidos, mercados donde el whisky es muy versátil. Y si bien en otros países está mucho más instalado, acá está empezando a surgir”, explica.
Conte opina que la “Argentina, en sí, tiene pocos consumidores pero los que toman son considerados 'heavy consumer', es decir consumidores fuertes, fieles y que les gusta beber buen whisky.
El consumo de whisky en el país es “estacional”, con momentos fuertes en el año: el Día del Padre, el Día del Amigo y la Navidad, fechas en las que se suele “stockear” botellas ya que, en general, quienes las reciben son amantes del whisky y sus conocidos los saben.
Probablemente, estima Gómez, el consumidor no daba antes con el whisky acorde con su gusto, pero ahora encuentra una oferta más amplia".
Argentina exportaba ( no sé si actualmente lo sigue haciendo) cebada a Inglaterra y Escocia. Eso justamente dice mucho.