Ficha Técnica / Artística:

Título original: Hipermnesia.

Dramaturgia y Dirección: Diego Gómez Croci / Supervisión dramatúrgica: Javier Daulte – Género: Comedia, Fantástico.

Reparto: Diego Rivas, Carolina Barrera, Hermes Molaro, Germán Montenero, Cecilia Antuña, Raúl Arrúa, Valeria Olivero y Hernán Sebastiani.

Escenografía y Vestuario: Florencia Huergo.

Iluminación y Sonido: Diego Rivas – Prensa y RR.PP.: Alfredo Monserrat / www.alfredomonserrat.com.ar – Fotografía: José Araujo, Lara Crespo.

Teatro: Sala Kowalski, Club de Cultura. Billinghurst 835, CABA / Tel.: 2060 -6493 – Costo localidades: desde $ 180.- Reservas: 11-6249-2415.

País: Argentina – Año: 2017– Duración: 85 min. – Funciones: viernes 21 Hs.

El cineasta y teatrista Diego G. Croci (“Cruzado”, 2010), cierra su trilogía conceptual con “Hipermnesia”. Una comedia psicológica que tiene en “Amnesia –corte al bies” su inspiración. Es la historia, la crónica de esa capacidad humana de recordar y evocar muy superior al resto de los individuos. La pieza es un claro ejemplo que con pocos recursos se puede hacer teatro de calidad. El circuito alternativo (no comercial), si es bueno, dos veces bueno. Como en el thriller cinematográfico, el teatro fronterizo tiene su encanto en la prosa y su lírica. Realidad y ficción, como expresión de lo emergente, de lo que se escapa de las manos. No es poco.

Argumento de la obra. Alex (Diego Rivas), es un adolescente tardío de 35 años, con todo lo que ello conlleva. Vive con su madre (Cecilia Antuña), una mujer encantadora pero sobreprotectora a tiempo completo. La relación tan visceral que mantiene con ella, sumado a los síntomas de hipermnesia que padece, su mundo y la obsesión por triunfar como actor, lo mantienen en un laberinto sin salida. El devenir constante de hechos vividos a su mente desde los 11 años, lo han saturado al punto de pensar en el suicidio. Su vida y un cortometraje (la realidad y la ficción) – escrito y protagonizado por sus amigos (Carolina Barrera, Hermes Molaro, Germán Montenero, Raúl Arrúa, Valeria Olivero y Hernán Sebastiani) – se mezclan en el vórtice del tiempo. La obra juega con el espectador que verá la resolución sobre las visiones / manifestaciones de su propio enfermedad, o la abducción de otras experiencias sensoriales. Todo puede ser...

El texto trabaja desde el primer acto en decodificar el trastorno neurológico de Alex: Hipermnesia. Una patología extraña donde los sujetos recuerdan hechos autobiográficos (principalmente), asociados en general a personas obsesivas. Es un fenómeno infrecuente, con pocos casos registrados. Este hecho de exceso de memoria, tiene sus beneficios pero también sus problemas: de la curiosidad propia, del entorno, y el morbo lógico que despierta. El guión es una cronicación de hechos acompañados de la dinámica sin fin de salida y entrada de actores a escena. El lenguaje cruza la bioética (eutanasia activa); de guiños a la gastronomía porteña (comer milanesa con puré y kétchup), o la leche chocolatada que la mamá le prepara a su hijo Alex como si fuera un púber. La imagen doméstica: “dejame tomar la chocolatada en paz”, expresa un azorado protagonista a su madre metida. ¡Esos problemas no resueltos en la relación madre-hijo! Con todo, son dos las tensiones sobre tablas: el trastorno de supermemoria y un adolescente eterno que culpando al exterior, no asume sus propios fracasos.

La escenoplástica (diseño del espacio escénico integrando los objetos visuales) de Florencia Huergo, es de ponderación. Una narración espacial inteligente, que mete al público en el juego del teatro: drama, comedia y el tamiz fantástico, con montajes que mutan mediante separadores sui géneris. Incluso hay tiempo para las órdenes del iluminador: ¡Apagón! A todo esto, ¿qué pensará la platea si lo fantástico es un encuentro del tercer tipo con acento guaraní? Son momentos de incertidumbre y comedia hilarante que hacen las delicias de la estética visual. Para tal fin, se instalan conceptos científicos y de ficción: exobiología y cruza genética interestelar. Para pensar el hecho artístico que divierte, seduce y condensa una narrativa llana y convincente.

Acto final. El Rendezvous – como llaman los cineastas franceses a esa cita o encuentro entre el autor, los artistas y el público – donde la emoción quiebra los sentidos y la obra cumple su cometido: entretener, tensionar, y sensibilizar. Así, el Réggiseur nos propone navegar en las profundidades de la mente humana, la realidad y la ficción, en la encrucijada del pensamiento y el espacio. ¿Qué no es posible? Todo es posible en el reinado de la mente, todo es posible en la dimensión de “Hipermnesia”.

La retórica borderline del puestista y Réggiseur Diego Croci. Una comedia con relieves exobiológicos, expresada en el encanto y la belleza de Carolina Barrera, que seduce al más escéptico racionalista.

Gustavo Contarelli

 Puntaje de la obra de teatro: 4 Tribunas

Puntaje actor protagónico: Diego Rivas 4 Tribunas

Referencias:

5 Tribunas: excelente /imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta / buena

2 Tribunas: regular

1 Tribunas: mala /pésima