Mientras el viernes 29 de diciembre en Santa Cruz seguían las protestas por reclamos de sueldo por parte de empleados estatales, y la gobernadora Alicia Kirchner mandaba a reprimir brutalmente a los manifestantes, en Mar del Plata María Eugenia Vidal se enfrentó a un grupo de guardavidas que le hacía un piquete.

El vehículo de la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires fue frenado por los manifestantes. Vidal descendió de la camioneta que la transportaba, los encaró y les dijo: “A ustedes les parece que la violencia es la manera, esta es la peor manera de vincularnos”, y agregó: “mi equipo o yo los van a escuchar, pero ahora les pido que se corran y me dejen pasar”.

El punto es que los manifestantes terminaron pidiéndole disculpas públicamente, mientras que en la provincia de los Kirchner Alicia seguía escondida, sin dar la cara.

María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires y Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz son, sin dudas, como el día y la noche.

Las dos asumieron hace dos años, y las dos heredaron sus respectivas provincias prácticamente fundidas. Sin embargo, están haciendo gestiones mu distintas.

Es que en realidad, son dos mujeres muy distintas. Alicia es una pobre señora a la que Cristina puso en ese lugar porque necesita a alguien de su confianza para gobernar, aunque sea, su feudo. Y la realidad es que Alicia Kirchner no gobierna su provincia, en absoluto.

Vidal, por su parte, ganó una elección en la provincia peronista por excelencia, y más allá de sus aciertos y errores, demostró que detrás de su cara aniñada hay una mujer a la que no le tiembla la mano al momento de tomar decisiones, y muy por el contrario a lo que ocurre con la cuñada de Cristina, es el personaje político con mayor imagen positiva.

Es que “Mariu” posee el don para la política, del que evidentemente carece Alicia Kirchner.

Cuando ella habla con la gente, o en una entrevista, su sinceridad brota de manera espontánea y naturalmente, pero además demuestra que tiene autoridad. No necesita más nada, es suficiente su presencia.

La presencia de Alicia es totalmente nula. No da la cara, jamás, y tiene que vivir escondida y custodiada.

Cuando Cristina Fernández había comenzado su campaña a senadora dando entrevistas, en una de ellas dijo: “pone caras de buenita”, y más allá de que a ella no le salen, debe ser eso lo que le resulte insoportable y marque la diferencia de sus calidades humanas.

Vidal se ha convertido, sin dudas, en “líder” del más importante y decisivo distrito electoral, y por una simple razón: Finalmente, después de haber sido gobernados por peronistas durante décadas, los bonaerenses encontraron a alguien con buenas intenciones que comenzó a tratar de solucionar sus problemas más básicos, como acceso a cloacas, agua corriente, salud, educación, asfalto.

Mientras tanto, en Santa Cruz, Alicia Kirchner no paga sueldos, no paga aguinaldos, no paga jubilaciones, reprime y, como si todo eso no fuera suficiente, "militariza" la Legislatura.

Algo muy paradójico y que merece un párrafo aparte es que durante los gobiernos de Néstor y Cristina Santa Cruz fue la provincia más beneficiada en cuanto a recursos a través de coparticipación y, además, por la obra pública financiada por el Estado Nacional, que como todos sabemos fue la mayor estafa de la historia argentina.

Sin embargo, lo peor es que durante 2017, el Gobierno Nacional envió a Santa Cruz 12,4 veces más de fondos que en 2015.

En una nota publicada en el portal de noticias OPI Santa Cruz con fecha 1 de diciembre, aparecen las cifras perfectamente detalladas:

En el año 2014 el gobierno nacional le giró a Santa Cruz $ 561.579.452,11.

En el año 2015 el gobierno nacional le giró a Santa Cruz $ 776.250.540,00.

En el año 2016 el gobierno nacional le giró a Santa Cruz $ 9.097. 700.000,00.

En el año 2017 el gobierno nacional le giró a Santa Cruz $ 9.885.000.000,00.

Pero no solo eso, sino que además, en la misma nota dice: "Alicia Kirchner dijo que en el año 2015 la provincia recibió por parte de nación $5.200.000.000 y en 2017, $1200.000.000. “Quiero que vean esa diferencia. Y como hemos podido, hemos salido”, dijo la gobernadora. Pero nada de esto es como dijo la mandataria; es más, hasta podríamos decir que voluntariamente la gobernadora “invirtió” de alguna manera las cifras, para justificar que durante el 2015, en el gobierno que tuvo a Cristina Fernández como presidenta y Daniel Peralta como gobernador, se recibieron tres veces más de lo que le envió el gobierno nacional en este año 2017 a su gobierno. Pero nada de esto es así. Es exactamente al revés y la diferencia es varias veces superior."

Evidentemente, como dijimos al principio, María Eugenia Vidal y Alicia Kirchner son el día y la noche. O si usted prefiere, son el mejor ejemplo de lo que nos pudo haber pasado a los argentinos si seguíamos siendo gobernados por el kirchnerismo, o sea, por Cristina, que es quien realmente gobierna Santa Cruz.