Durante el programa que conduce Luis Novaresio, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, dijo lamentarse por el momento que está pasando el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, tras darse a conocer que tenía a su ex casera, Sandra Heredia, trabajando en negro en la quinta que habría sido de sus padres, además de haberle conseguido un puesto como interventora del SOMU.
Vale recordar que no solo Triaca se quiso desentender del tema, además de él, el director de comunicaciones del Ministerio de Trabajo, Santiago Cosimano, afirmó que “De ninguna manera el Ministro de Trabajo tenía personal no registrado”.
Ambos quisieron lavar las manos de Triaca aclarando que la señora Heredia era ex empleada del hermano, Carlos.
Tal parece que la ministra Bullrich nunca se enteró, o se olvidó, de esas declaraciones ya que, en referencia a la forma irregular que Triaca tenía contratada a su empleada, manifestó: “Eso está pésimo, está muy mal. Él mismo lo ha dicho. Lo ha dicho el Gobierno. No queremos tener conductas que sean ajenas a lo que queremos ser y mostrar. Cuando pasan estas cosas nos molestan”.
Pese a haber criticado la conducta de Triaca, Bullrich mencionó: “No creo que tenga que llegar a renunciar” y agregó que “lo que ocurrió fue feo para todos y para él más que para nadie”. Asimismo, hizo hincapié en que el ministro “está sufriendo mucho” y “la está pasando muy mal”.
Claramente nada dijo explícitamente sobre el cargo que le consiguió Triaca a su ex casera en el SOMU, ya que la ministra de Seguridad es una de las mayores referentes del nepotismo en Argentina.
Es dable mencionar que les consiguió ostentosos cargos en el Estado a sus dos hijos, a un primo, a una nieta, a una prima y a su cuñada conjuntamente con sus sobrinos y las novias de estos.
En los últimos días, el país vecino Brasil, supo dar el ejemplo: la Justicia le impuso una medida cautelar para evitar la designación de quien hubiera sido nombrada como la nueva ministra de Trabajo por mantener empleados sin una contratación formal
Cristiane Brasil, diputada y abogada de 44 años, fue procesada por haber tenido choferes a su servicio sin un contrato formal y sin garantías laborales, y se la condenó a indemnizar a uno de ellos con aproximadamente 60 mil reales (alrededor de 18.750 dólares), el 3 de enero del corriente año, Michel Temer la nombró como la nueva ministra de Trabajo, pero la Justicia logró evitar que se designara en este cargo.
El 4 de enero, un día después del nombramiento, un juez de primera instancia respondió a la demanda de un grupo de abogados que considera que una persona condenada en un juicio laboral no posee condiciones morales para ejercer como ministra de Trabajo.
Brasil habría sido recomendada para el cargo por la dirección del Partido Laborista Brasileño (PTB), una de las formaciones de la coalición del Gobierno y cuyos votos son importantes para la aprobación de las iniciativas del Ejecutivo.
Este accionar sin dudas es un claro ejemplo para el funcionar gubernamental argentino, los funcionarios que representan al oficialismo en nuestro país, consideran que el ministro Triaca, quien tenía una empleada trabajando en negro y a la que despidió con inusitados insultos a través de un audio de whatsapp, no tiene motivos suficientes para renunciar a su cargo, sin mencionar el descarado nepotismo, que si bien no hay una ley explicita que lo condene, es una clara falta de ética.