Mauricio Macri viene librando, políticamente, dos batallas sobre las cuales ya hemos hablado en este mismo espacio, pero que durante esta última semana tuvieron cierta relevancia.

La primera de estas dos "contiendas" es provocada por Macri, y es el claro enfrentamiento que hoy tiene con Hugo Moyano.

En la segunda, que claramente no es provocada por el presidente, el "retador" es el ex juez Eugenio Zaffaroni.

No es intención, en este artículo, tratar de analizar quién es quién en este enfrentamiento triangular, ya que todos sabemos cuáles son las cualidades -especialmente morales- de cada uno de los personajes en cuestión, sino el por qué de las contiendas.

Ya dijo -y con un tono claramente intimidatorio y a modo de advertencia- Luis Barrionuevo que ningún gobierno que se haya enfrentado con el sindicalismo terminó bien su mandato, haciendo clara alusión a los gobiernos los militares, y los de Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa.

Sin embargo, la mayoría del sindicalismo no parece estar de acuerdo con Moyano en este enfrentamiento; de hecho, tanto la CGT como el mismísimo Barrionuevo decidieron no acompañar al líder camionero en su marcha de protesta contra el gobierno del próximo miércoles 21.

El reclamo de Moyano no es por lo trabajadores. El líder camionero está siendo investigado por la justicia por, entre otras causas, enriquecimiento ilícito además de muchas irregularidades que hubo en el club Independiente, que dirige junto a su hijo Pablo quien también está muy comprometido.

Y el sindicalismo lo sabe, como lo sabemos todos, y como también todos sabemos que esta nueva marcha es, como fue absolutamente siempre, volver a implementar ese recurso mafioso y extorsionador tan característico de los gremialistas argentinos, con la diferencia de que en esta ocasión la inmensa mayoría de la sociedad, valga la redundancia, también lo sabe.

En el caso del ex Juez Eugenio Zaffaroni, realmente no vale la pena volver a enumerar cuestiones inherentes a su pasado, ya sea lejano, como cuando fue juez del "proceso" y rechazaba hábeas corpus a detenidos desaparecidos durante la última dictadura, o sus actividades más recientes como facilitador de prostíbulos mientras era ministro de la Corte.

Todos sabemos quién fue -y es- Zaffaroni, y es muy fácil, para cualquiera, demostrarlo; y como ya dijimos no es intención, en este artículo, tratar de analizar quien es quien en estas disputas, sino el por qué de los enfrentamientos con el presidente.

Como todos sabemos, Zaffaroni volvió a ser noticia por volver a repetir, y ratificar, sus claras intenciones golpistas, expresando su deseo de que el gobierno de Cambiemos deje el poder lo antes posible.

Una declaración del diputado Nacional Mario Negri describe, en pocas palabras, qué hay detrás de lo que dijo el ex juez: "Sorprende la falta total de rechazo a las expresiones desestabilizadoras de Zaffaroni por parte de la oposición política, principalmente del peronismo que se dice no kirchnerista".

Y ahora, apliquemos, como diría Charly García, un poco de "filosofía barata", ya que no es necesario ser un erudito en la materia para llegar a una conclusión.

Cuando hacemos algo, indefectiblemente, lo hacemos por una de estas dos razones: convicción o conveniencia; y algunas veces, por las dos.

Lógicamente usted se podrá preguntar qué es lo correcto, y en realidad las dos razones son válidas, siempre y cuando, el fin sea positivo y/o no perjudique a un tercero.

Y la pregunta es: tanto Moyano, como Zaffaroni y Macri, ¿actúan por convicción o por conveniencia?

En los casos de Moyano y Zaffaroni podríamos llegar a sendas conclusiones volviendo a citar dos hechos puntuales. La falta de apoyo de gran parte del sindicalismo, en el primero y el silencio cómplice del kirchnerismo en el segundo. En cuanto a Macri, seguramente debe haber un poco de convicción y otro poco de conveniencia.

La convicción y la conveniencia muchísimas veces van de la mano, sin invalidar una a la otra, pero recuerde algo fundamental: "en realidad las dos razones son válidas, siempre y cuando, el fin sea positivo y/o no perjudique a un tercero". Saque usted sus propias conclusiones.