El 22 de noviembre de 2015 quedó claramente demostrado que la ciudadanía argentina votó por un cambio. En su inmensa mayoría, quienes votamos a Mauricio Macri como presidente -entre los que me incluyo, por supuesto- lo hicimos con la esperanza de que cambien, entre otras cosas, la corrupción kirchnerista que hoy, a la luz de los hechos, quedó demostrado que fue la peor y más impune de la historia, pero fundamentalmente sabíamos que lo que debería cambiar era, precisamente, la justicia.
En abril de 2016 publicamos en este mismo portal un artículo titulado "¿Funciona la justicia argentina?". Dicha nota comienza con el siguiente párrafo: "Desde 1983 a la fecha, los argentinos nos llenamos la boca hablando de democracia, los tres poderes, la independencia de los mismos, el sistema republicano y federal y “bla bla bla” pero —lamentablemente siempre hay un pero— si la Justicia no funciona, no hay estado de derecho ni tienen sentido las instituciones, es así de simple."
También quisiera destacar lo siguiente del mismo artículo: "La justicia argentina tiene ‘solo’ tres defectos. El primero es que es lenta; el segundo es que siempre estuvo bajo sospecha de corrupción; y el tercero es, simplemente, la suma de los dos anteriores, que la hace totalmente ineficiente."
Ahora veamos algunos hechos destacados desde el viernes 16 al viernes 23 de este mes que involucran al poder Judicial.
Cristóbal López y Chocobar
Acusado de homicidio agravado por el crimen del ladrón que asaltó a un turista en La Boca, la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña confirmó el procesamiento del policía Luis Chocobar.
Mientras tanto, Cristóbal López fue excarcelado en la causa por defraudación contra la administración pública beneficiado por el fallo de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de Capital Federal.
¿Alguien tiene dudas de que en un país normal Cristóbal López estaría purgando una condena de muchísimos años de cárcel y Chocobar habría sido condecorado por su accionar?
En el caso de Cristóbal López, debemos destacar lo dicho por el periodista Marcelo Bonelli en su programa de radio Mitre en el segmento "El dato de la semana", donde afirmó: "En lo más alto del Poder Ejecutivo señalan a sectores de la Justicia por esa escandalosa decisión judicial. Desde la Casa Rosada sostienen que fue Javier Fernández quien operó para que el empresario K fuese excarcelado. ¿Quién es Javier Fernández? Es uno de los directores de la Auditoría General de la Nación (AGN), amigo personal del exespía Antonio “Jaime” Stiuso y es el hombre que habría negociado el salvataje de las salas de juego de López. En su momento, la diputada nacional Elisa Carrió denunció que en dicha maniobra existió el pago de coimas."
Decomisan mercadería a un pibe que vende sánguches
Martín es un joven que se gana la vida vendiendo sánguches de salame y queso en la vía pública. Pero esta semana pasó a ser conocido al viralizarse por redes sociales una foto donde se ve que su mercadería es incautada por personal de la policía de la ciudad.
En un país en el que la mayor preocupación de las personas es la delincuencia, y un menor de edad puede salir a robar y matar y no ser procesado por ser inimputable ocurren cosas como estas. Cabe destacar que Martín todavía está reclamando que le devuelvan la canasta de mimbre.
D’Elía y Zannini libres
Para terminar con una semana cargada de hechos que no cayeron nada bien a la inmensa mayoría de los argentinos, la fiscal federal -subrogante, en este caso- Gabriela Baigún dictaminó a favor del pedido de excarcelación que hicieron Carlos Zannini y Luis D'Elía, ambos detenidos en la causa por la firma del memorándum de entendimiento con Irán. D’Elía y Zannini, como sabemos, quedaron libres
La lista de decisiones incomprensibles de nuestra justicia podría ser casi infinita, pero tomamos estos casos a modo de ejemplo.
Para finalizar, repito, para que quede bien claro: "La justicia argentina tiene "solo" tres defectos. El primero es que es lenta; el segundo es que siempre estuvo bajo sospecha de corrupción; y el tercero es, simplemente, la suma de los dos anteriores, que la hace totalmente ineficiente."
A dos años de haber escrito esto, nada cambió. Y para que quede más claro todavía, y por si alguien no entendió bien, agrego: muchas veces la justicia es lenta porque hay jueces y fiscales que la hacen más lenta de lo que ya es normalmente. Por lo tanto, más allá de debatir si está bien o mal, si es legal o no imputar, encarcelar, procesar y/o liberar a tal o cual persona, debemos ser conscientes de que el principal problema que tenemos es que la justicia argentina es lenta. Espero haber sido lo suficientemente claro.