La inflación de marzo, según la medición del INDEC, fue de 2,3%, acumulando un 6,7% en el primer trimestre; cifra muy lejana a la meta del 15% propuesta por el Gobierno para este año.
En estos días, seguramente usted habrá leído decenas de artículos y visto y oído por radio y televisión a periodistas especializados, economistas y políticos tratando de explicar porque la inflación no cede.
Pero, siempre hay un pero, mientras no se ataquen a las verdaderas razones de nuestros males, nunca vamos a encontrar la solución, porque en nuestro caso, la solución no es económica, sino política, por eso cuesta creer que puedan eliminar este flagelo que padecemos desde hace décadas.
Hemos explicado, en varias oportunidades en este mismo espacio, y de manera sencilla, cuales son las razones que generan inflación, que son varias. Pero la principal es el déficit fiscal, del cual nuestros mandatarios forman parte, a través del gigantesco sistema burocrático administrativo del Estado. Un Estado que cuenta con muchos más empleados de los que tendría que tener, con una ineficiencia notable, y un derroche excesivo de recursos económicos propicio, además para crear un terreno arto fértil para fomentar hechos de corrupción de todo tipo y color.
Es cierto que hubo que solucionar el desastre heredado de los subsidios, especialmente en las tarifas de servicios que llevaron al país al borde de un colapso energético, y eso obviamente, impacta en el índice inflacionario, pero no es todo. Nuestro principal problema es el déficit fiscal, que se "soluciona", por decirlo de alguna manera, con dos herramientas: toma de deuda o emisión monetaria, que es lo que genera inflación.
En su exposición en el Congreso Nacional ante la Comisión Bicameral de Deuda, el 7 de abril, el Ministro de Finanzas Luis Caputo aseguró que la deuda “va a empezar a descender” en 2021, y que “el financiamiento es el reflejo del déficit”.
De estas declaraciones se desprende algo bueno y algo malo. Lo bueno es que el Gobierno, evidentemente, es consciente de cuál es, en parte, el problema; lo malo es que siendo conscientes de cuál es el problema no lo puedan solucionar. Y volvemos a lo dicho antes: no lo solucionan porque el problema no es económico, es político.
Y repito, para que quede bien claro: la principal causa es el déficit fiscal, del cual nuestros mandatarios forman parte, a través del gigantesco sistema burocrático administrativo del Estado. Un Estado que cuenta con muchos más empleados de los que tendría que tener, con una ineficiencia notable y un derroche excesivo de recursos económicos, propicio para crear un terreno arto fértil para fomentar hechos de corrupción de todo tipo y color.
Ahora bien; si consideramos la inflación, sin tener en cuenta el excesivo gasto público y la desidia populista, entonces sí, todo se reduce a un problema económico, que como se puede apreciar, no es precisamente el caso argentino.
Mientras no se achique el Estado totalmente parasitario e ineficiente, que es lo que genera el déficit fiscal financiado con emisión monetaria, jamás se podrá bajar el índice de inflación, y por lo visto, este gobierno, por lo menos por el momento, no está dispuesto a hacerlo.
Por lo tanto deberemos convivir con inflación por mucho tiempo. Tan fácil y difícil como eso.
1.200.000 dedicados a la produccion. 1.200.000 dedicados al comercio. Mas de 3.000.000 de empleados del estado. No da la cuenta.
Claro, pero cuantos son puestos que les dan como premio a muchos militantes,familiares,amigos etc. lo peor es que no se sabe que idoneidad tienen para tales cargos,por que para limpieza o mantenimiento no nombran a ninguno y la mayoria cobran mas de $30.000
Cualquiera conoce que la inflacion es un problema monetario. Creo que los mas lucidos ( al menos televisivamente ) son Espert, Milei, Giacomeni, Cachanosky, etc. Lo dicen en cualquier lugar, pero desde el gobierno no hacen lo que deberian hacer. Estos economistas nombrados han convencido a casi toda la audiencia, pero desde los reductos del poder estan haciendo oidos sordos. Macri fracasara si sigue obstinado en no nominar un claro y conciso Ministro de Economia, que presente un plan para salir de este atolladero, explicando los problemas, las razones y los remedios que tenemos a mano para culminar con exito tal empresa. Macri ha dicho a quien quiera oirlo, desde el principio, que su gobierno será juzgado por el éxito que tenga en la lucha contra la pobreza. Pues bien, se lo adelanto al sr. ing. Macri, la pobreza se combate consolidando el respeto a la propiedad privada y a la libertad personal, respeto que hace posible la acumulacion del capital que promueve la productividad del trabajo y eleva el salario real. Hoy dia la propiedad privada fué y esta siendo atacada permanentemente por la corrupción, los absurdos impuestos por su montos, calidad y cantidad, que ahogan la inversion y desarrollo, no hay capacidad de ahorro, se ha seguido el modelo de consumo K, ajustando las tarifas regaladas, pero el cinto ya no puede cerrarse mas. En cuanto a la libertad personal está cada dia mas acotada por la delincuencia, los amigos de lo ajeno y la droga que esta haciendo estragos. Todos estos temas, como ser, dejar de emitir para ayudar al tesoro, que ayuda al gobierno a seguir con su deficit, y malgasto publico, lo judicial, lo economico, lo politico, el nuevo codigo, etc deben de ir de la mano del orden indispensable en las calles. No es posible que las " manifestaciones " no permitan el libre traslado de bienes , servicios y personas. Todos los dias son varias " agrupaciones " que cortan el transito pidiendo " mejoras " y molestando a su vez a quienes trabajan y con sus impuestos los ayudan a salir de la pobreza. Las personas terminaran no apoyando a quienes no saben o no quieren o no pueden mantener ni siquiera el orden en las calles. No vendran inversiones si no se notan progresos en cuanto a la disminucion de impuestos, respeto a la libertad de las personas, y resultados " visibles " de que las cosas se estan haciendo bien, logrando paz social, y justicia parecida por lo menos al Brasil. Se que Macri, a quien apoye con mi voto, ha hecho mucho, pero no es suficiente. La realidad lo demuestra.
LA INFLACION NO CEDE, PORQUE HAY QUE TENER UN MINISTRO DE ECONOMÍA Y NO UN PERIODISTA QUE SE DEDICÓ A ESCRIBIR DE ECONOMIA EN LOS DIARIOS, COMO EL QUE HAY AHORA