En este corriente día va a comenzar el debate por la despenalización del aborto, una discusión histórica en la Argentina, ya que es un proyecto que se ha presentado con antelación 7 veces y nunca llegó tan lejos, sin embargo, esto no quiere decir que arroje un resultado desemejante.
Iniciando hoy en la Cámara de Diputados de la Nación, el debate transitará por varias etapas, la primera consistirá en una retahíla de audiencias en las cuales participarán más de mil representantes de organizaciones Civiles y religiosas, además de especialistas, artistas y periodistas.
Dichas audiencias datarán cada martes y cada jueves entre las 9 y las 18 horas en la Sala C del anexo de Diputados, y se explayará hasta fines del mes de mayo próximo, aunque la discusión en el recinto podría darse recién a partir de mediados de junio.
Cada argumento, ya sea a favor o en contra, sobre la despenalización quedará esbozado en los plenarios de las comisiones de Legislación General, presidida por Daniel Liovetzky (PRO); de Salud, a cargo de Carmen Polledo (PRO); de Familia, Alejandra Martínez (UCR-Jujuy); y Penal, encabezada por Gabriela Burgos (UCR-Jujuy).
Entre las treinta personas que fueron invitadas hoy a presentar su punto de vista, se encontrarán: el padre José “Pepe” María Di Paola (en contra), la actriz Carla Peterson (a favor), el otrora juez de la Corte Rodolfo Barra (en contra), el periodista Luis Novaresio (a favor) y los constitucionalistas Andrés Gil Domínguez (a favor) y María Angélica Gelli (en contra).
En el marco de esta primera audiencia, los referentes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito convocaron a concentrarse este martes frente al parlamento a partir de las 9:30, para realizar un nuevo “pañuelazo” bajo la consigna “Ni una muerta ni una presa más por el aborto clandestino”.
Sin embargo, lo que nadie cuenta, es la complejidad frente a un tema tan enrevesado como el que se está discutiendo en estos momentos, ya que, lo más fácil de este asunto es cambiar las leyes, eso lo dice todo.
Leyes a modificar o eliminar
El tema de la despenalización del aborto, es que es un tema que se politizó ampliamente en los últimos meses, además de tocar ciertos sectores, entre ellos: la medicina, la filosofía, e incluso la religión.
No hace falta aclarar cuál es la opinión de la iglesia respecto de esta práctica, el Papa Francisco lo dejó en claro al mencionar: “Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”. No obstante, el segundo artículo de la Constitución Nacional cita: “El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”.
Además de que el artículo 19 del Código Civil elucida: “la existencia de la persona humana comienza con la concepción”. Lo que hoy se quiere modificar diciendo que empezaría desde la semana 14, es decir, tres meses despues.
A su vez el artículo 85 del Código Procesal Penal consigna la punibilidad de este ejercicio, variando las penas en la consensualidad (si la mujer encinta está de acuerdo o no), y en el resultado (si la embarazada sobrevive o muere).
Motivos favorables
A menudo se puede escuchar a alguien que se encuentra a favor de la despenalización del aborto con argumentos tales como: “¿Y si el embarazo es producto de una violación?” y/o “¿si la mujer presenta riesgo de vida?”.
Casos como los últimos mencionados ya están previstos en el artículo 86 del Código Penal, eso sí, siempre y cuando sea con un medico diplomado, de esta manera se evitaría cualquier tipo de inconveniente.
Responsabilidad internacional
La parte más complicada de todo este asunto, la cual necesita una vasta ingeniería legal que lo más probable es que aún no se haya planteado, refiere a los convenios a los que está suscripto la Argentina en un plano internacional.
Existen ciertos convenios que prevén la protección de los prenatales y los neonatales, claramente el más conocido es el de los “Derechos del Niño”.
Como si eso no fuera de mayor dificultad, existen otros tratados que ponen “un palo en la rueda” a la hora de hablar sobre la despenalización del aborto, a saber: Declaración Nacional de los Derechos Humanos, Pacto Internacional de Derechos Civiles y el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Probabilidades
Sin sentenciar ningún veredicto, lo más probable es que se falle en contra de la despenalización, ya que, cualquiera de las encuestas que se revise da cuenta de la sociedad se encuentra en un “50-50” sobre la base de su opinión, las protestas dan cuenta de ello, no solo se han formado marchas a favor, sino que también se han desarrollado en oposición a esta práctica.
Una de las tantas encuestas, realizada por Opina Argentina, muestra que el 44% de la gente se encuentra a favor, mientras el 41% en contra. Sin embargo, si tomamos en cuenta solo a las mujeres encuestadas el 43% fomenta el aborto legal mientras que el 44% se opone.
Incluso dentro del Gobierno se formó una grieta, en la cual cada quien toma partido dependiendo su opinión, así lo mencionó el diputado nacional Luis Petri en una entrevista que le brindó a Tribuna de Periodistas: “hay libertad de conciencia para habilitar el debate y decidir, no hay disciplina partidaria en esta materia. El presidente nos pidió que lo debatiéramos con seriedad, responsabilidad y respeto, sabiendo que dentro de Cambiemos hay muchas posiciones a favor pero también muchas en contra”. Y agregó: “Hoy no podría aventurar cual va a ser el resultado de la votación, aún restan muchos legisladores por definir su posición e imagino que en el transcurso del debate lo harán”.
Conclusión
Si de probabilidades se habla, lo más seguro es que no se apruebe la interrupción del embarazo, ya que, como se menciona más arriba, se necesita una vasta ingeniería legal, un esfuerzo inaudible y un arduo trabajo a nivel nacional e internacional para que la otra mitad de la población que se encuentra en desacuerdo vuelva a hacer protestas para que se penalice nuevamente.
Incluso si el Gobierno decide que se debe despenalizar la práctica abortiva, y aunque se apruebe en ambas Cámaras, los tratados internacionales antes mencionados harán que sea casi imposible continuar con dicha resolución.
Tal como le mencionó el abogado penalista Maximiliano Legrand a este cronista “Primero hay que retirarse de los pactos internacionales, lo cual no se puede, es un pacto internacional que has firmado y retirarte del pacto implica responsabilidad internacional. Los acuerdos se deben cumplir, son de derecho supra legal, es decir, tienen un rango constitucional, e incluso hay que modificar la constitución. Pero aun así el Estado incurriría en responsabilidades porque se comprometió a cumplir con determinados derechos y determinadas cuestiones, entonces no es posible jurídicamente”.