Tras ser designado interventor del Partido Justicialista (PJ) Nacional, Luis Barrionuevo le abrió las puertas al kirchnerismo y le ofreció a la otrora presidenta Cristina Fernández de Kirchner acercarse “con su prontuario a competir dentro del peronismo”, asimismo aseveró haber ayudado al actual presidente Mauricio Macri a llegar a la Ciudad, aunque mencionó que en este momento se encuentra distanciado de su persona.
El neo-interventor pejotista, nuevamente negó rotundamente ser un candidato que responde al oficialismo para dividir al peronismo y sosegar sus posibilidades electorales. Según dijo sospechar, dichos rumores se propagaron a la sazón de los famosos “trolls” del Gobierno, y aseguró que “los candidatos de Durán Barba, de Macri y de Peña eran Gioja y Cristina. Nuestro candidato es el peronismo”.
Quien fuera el titular del Sindicato de Gastronómicos, se mostró desvinculado de un Macri con el cual sostuvo gran afinidad en los últimos años. Según supo explicar al diario Clarín: “No lo voté, yo no voté ni a Scioli ni a Macri. Soy peronista. Ninguno era opción. Yo soy funcional al peronismo”.
Pero Barrionuevo también contó que fue de gran ayuda para conseguir que el primer mandatario sea quien hoy es, incluso cuando asumió como presidente en Boca Juniors: “Yo tengo parientes que son fanáticos de Boca. Y en la Ciudad también se trabajó desde el sindicato de gastronómicos para que Macri sea Gobierno porque estaba Ibarra, que era el kirchnerismo. Después no”.
Ese corto romance, esa luna de miel que protagonizaron el gremialista y el actual presidente, se quebró, dejando solamente esquirlas en el camino. Esto se vio manifestado en las reiteradas críticas que el interventor hizo respecto de la política económica del macrismo, además de asegurar que este último, logró la fortaleza política que hoy conduce “porque no tenía una oposición en frente sólida, contundente y creíble, pero ahora la va a tener”. Siguiendo por el mismo camino, auguró que el oficialismo perderá las elecciones de fines del 2019, aunque trabajará “a muerte para que (Macri) termine su mandato”.
En el mismo contexto político, el futuro del peronismo se encuentra en el meollo de la discusión. La intervención durará 90 días, y con Julio Barbaro y Carlos Campolongo, “vamos a instalar el peronismo del futuro”, enfatizó Barrionuevo, quien además aseguró que no busca ser candidato. “A nuestro movimiento lo quisieron disfrazar de Frente para la Victoria, de Unidad Ciudadana, de Frente Renovador. Ya está, vengan al peronismo. Si el kirchnerismo quiere competir que venga al peronismo. Las puertas están abiertas para todos”.
Además, el sindicalista decidió enviarle un mensaje a la senadora nacional, aunque sin mencionarla: “La que lidera el kirchnerismo es la doctora. Entonces, bueno, si va a ser candidata, si el Senado no trata el desafuero, vendrá con el prontuario a competir. Pero que venga al peronismo. Nosotros no les vamos a cerrar la puerta. Somos democráticos, yo no puedo hacer lo que hacían ellos”.
Barrionuevo no se arriesgó a solidificar una candidatura, aunque si nombró algunos referentes políticos que podrían estar decididos a jugarse el sillón de Rivadavia el año próximo.
En referencia a esto último, mencionó a Juan Manuel Urtubey, “que deja su provincia y ya ha dicho que sí. Está (Sergio) Massa que está boyando. Está (José Manuel) De La Sota. Y no sé si habrá otros. Tal vez hay algún tapado. Pero te repito: todo será dentro del peronismo”.
En definitiva, lo que está intentando hacer Luis Barrionuevo, es reconciliar a los sectores pertenecientes al peronismo para rectificar lo que los hubiese llevado a la victoria en 2015.
De lograr que esto suceda, es probable que el macrismo pierda poder en las próximas elecciones presidenciales, más aún si se toman en cuenta las últimas resoluciones (muchas de ellas necesarias, por cierto) que llevaron al presidente a menguar varios puntos de popularidad.