Ya lo dijo hace dos semanas el dirigente gremial ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero, al hablar sobre impulsar “un plan de lucha para que caiga el Gobierno” de Mauricio Macri.

Ahora lo dijo el secretario adjunto de Camioneros, e hijo de Hugo, Pablo Moyano, quien manifestó su deseo de que “se vaya el Gobierno”. Hasta ahí todo bien, el problema fue, principalmente, su afán de que salga eyectado “derrotado y humillado en las urnas por el voto de los trabajadores”.

Esto sucedió durante el Encuentro Nacional de Regionales de la Confederación General de Trabajo (CGT) realizado el viernes último en la localidad costera de Santa Teresita, donde el dirigente antagonista al oficialismo rezongó por la intención del Gobierno de que las paritarias cerraran en un 15% y afirmó que “los gorilas quieren que los trabajadores no tengan salarios dignos, aguinaldo, quieren una clase trabajadora humillada”.

Por caso, al menos, pidió que el Gobierno de Mauricio Macri pierda democráticamente en los sufragios del próximo año, el problema es el discurso golpista que promete ser un “copy paste” de su padre, el ex triunviro de la CGT, Hugo Moyano.

Sin embargo, no solo fue en contra del macrismo en general, sino que además, de cara a las elecciones que se llevarán a cabo en agosto próximo en la CGT, Pablo Moyano bregó por una central obrera “con políticas en defensa de los trabajadores”.

En ese contexto, crítico de la conducción del gremio otrora conducido por el actual líder camionero, Pablo manifestó: “No vimos a dirigentes de la CGT al lado de los trabajadores de (la agencia de noticias estatal) Télam”.

¿Acaso esto último lo dijo mas precisamente por el conflictivo trato que tuvo su padre con Juan Carlos Shmid y Carlos Acuña al momento de dejar atrás la CGT, o por sus propias disidencias con estos mismos personajes? ¿Los dirigentes de la central sindical se desligaron de la situación que vive Télam para esquivar un futuro conflicto de intereses? Son incógnitas que aún no tienen una respuesta concisa.

Sin embargo es fácil deducir ciertas cuestiones, en mayor medida incluso, si se entiende que el clan Moyano navega por un sinuoso rio de intereses, en el cual, dependiendo de la conveniencia personal, se mueven para un lado o para el otro.

Ni siquiera es necesario mencionar que si la CGT o el Gobierno tuvieran un arreglo personal con los gremialistas camioneros, no serían golpeados por estos, es una regla básica para los Moyano.

Dicho sea de paso, si existe algo que destaque a Pablo y Hugo son sus discursos golpistas y populistas, en los cuales patrocinan la respuesta perfecta para terminar con la desocupación y devolverle la dignidad a los trabajadores.

Los mismos que se han sabido tener actitudes que irrisoriamente representarían a los trabajadores, por el contrario, solo afectaban a aquellos que eran sus seguidores, así como lo siguen haciendo actualmente sobre a base de ilegalidades e inmoralidades.