Pocas cosas deben ser más “contagiosas” que el fenómeno de los saqueos. Tal vez solo sea superado por la cuestión de los suicidios o algún otro fenómeno social, pero es uno de los tópicos que tiene más efecto replicador.
Por eso, en momentos de crisis es sumamente delicado referirse a ese tema. Debe hacerse con gran responsabilidad y mesura. Porque, de lo contrario, se terminarán agitando las aguas en favor de aquello que solo se busca informar.
Los medios se han comportado en general de dos maneras, bien opuestas. Unos hablaron de los saqueos a rabiar, casi como regodeándose de que estos ocurrieran. Otros decidieron no informar nada de nada.
Ninguna de las dos actitudes es útil a efectos de lo que es la filosofía del trabajo de la prensa. ¿No merece la sociedad conocer lo que ocurre? ¿No amerita ser contado ese efecto con mesura y sin adjetivaciones?
En Tribuna de Periodistas ello se ha logrado, de alguna manera. La mayoría de las notas han sido mesuradas y se ha evitado titular con la palabra “saqueo”.
Hubo una excepción, por parte de Christian Sanz, director de este portal, quien escribió una columna titulada “Saqueos y mensajes golpistas… son de manual”.
Allí, no solo habló de manera polémica de los ataques a supermercados que se vivieron en los últimos días, sino que además publicó un video que mostraba a una horda de personas ingresando a un local de Mendoza. ¿Era necesario?
Le recuerdo a Sanz que, como señala el apartado 3.7 de la sección de "criterios editoriales" del Manual de Estilo de este sitio, debe primar la "prudencia y el sentido estético (…) Los artículos que publique Tribuna deben evitar el sensacionalismo y la exageración en el tratamiento y divulgación de la información."
A su vez, en el punto 1.9 del apartado “Principios éticos”, me he encontrado con un pasaje interesante: “Las noticias que publica Tribuna de Periodistas son formadoras de opinión, por medio de informaciones y hechos comprobados que presentan. Pero son también espacios informativos que nos obligan a una permanente autoevaluación sobre la manera en la que cumplimos con nuestra función social y sobre los correctivos que tenemos que aplicar —siempre que sea necesario— para hacerlo de la mejor forma posible”.
Consultado el director de este portal, reconoció: “Es probable que me haya excedido, producto de las emociones a flor de piel por lo sucedido en los últimos días. Mea culpa”.
Valoro la autocrítica, siempre lo hago, pero no dejo de advertir que se debe tener más precaución en un futuro, sobre todo porque, salvo esa nota puntual, Tribuna ha demostrado gran mesura y responsabilidad a la hora de informar sobre estos hechos de violencia.
Sin más nada que decir, aprovecho para saludarlos e invito a quienes quieran dejar sus quejas a escribirme a ombudsman@periodicotribuna.com.ar.