Este miércoles se conocieron los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que registró en julio pasado una disminución de 2,7% contra igual mes del año pasado, si bien tuvo un crecimiento de 1,4% en comparación a junio pasado. Ello sobre la base de lo que detalló el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Según el desglose que hace Agencia NP, en los primeros siete meses, la actividad económica mostró un deterioro de 0,8% en relación al mismo período de 2017, agregó el informe.

Como sea, la caída de julio fue la cuarta consecutiva en la comparación interanual, pero menor a la de los meses precedentes (-6,8% en junio y 5,2% en junio).

Ello es producto de la sequía el sector agropecuario fue el más castigado con una contracción superior al 10%. Luego aparecen el comercio que se contrajo 6,4% y la industria manufacturera que retrocedió 5,1%. Esto muestra una cadena en baja, que comienza con el campo y la industria y repercute en los comercios producto de la pérdida del poder adquisitivo de las remuneraciones. Entre los sectores en caída también se apuntan hoteles transporte y comunicaciones (-2,9%) y hoteles y restaurantes (-2,1%).

En contrapartida, bancos y financieras fueron los que mejor sortearon la crisis e incluso expresaron una mejora de 7% respecto de julio de 2017. También la pesca encontró respiro con un alza de 5,9%, rompiendo dos meses de profundas bajas. Se suma a los que tuvieron saldos favorables el sector energético que avanzo 3,9%, la actividad inmobiliaria que mejoró 2,3%, mientras que con apenas un crecimiento interanual de 1% la construcción consiguió mantenerse en terreno positivo.

Las previsiones de los analistas es que la recesión se profundizará en este segundo semestre de 2018 e incluso el propio Gobierno estimó en el presupuesto 2019 una caída del PBI de 1,5% para este año. De allí que con un acumulado a siete meses que expresa una baja de 0,8% en el nivel de actividad, los datos de agosto en adelante serán mucho más negativos.

Cabe apuntar que desde el punto de vista estadístico el balance desde enero incluye un primer trimestre que había cerrado con un progreso de la economía superior a 3,5%.

En otro orden de cosas, el INDEC dio a conocer que la balanza comercial en agosto amplió su déficit comercial 5,2%  a U$S 1.127 millones.

Los análisis que pronosticaban una mejora en el saldo del intercambio externo pro el encarecimiento de las compras sufrieron un revés dado que las importaciones cayeron apenas 0,3% y las exportaciones lo hicieron en 1,4%, expandiendo el desequilibrio.

Y el desglose de la información del INDEC deja aún más datos preocupantes ya que cayeron más fuerte las compras de bienes de capital (24,7%) y de accesorios para bienes de capital (9,4%) que son las que motorizan la producción, que las de bienes de consumo (4%)

También impactó una baja de 15,7% en las compras de vehículos debido a la caída en el consumo.

En tanto, la adquisición en el exterior de bienes intermedios subió 16,7% y la de combustibles 57,1%, producto de la compra de gas.

También cabe apuntar que la suba del déficit se dio por una baja más pronunciada de las exportaciones producto de la sequía.