Anoche, un informe de Jorge Lanata destapó un escándalo respecto de las percepciones que reciben miembros del poder judicial, diplomáticos, presidentes y vicepresidentes (ver informe al pie).
En ese contexto, un informe del programa Periodismo Para Todos, destapó que el Estado gasta $13.100 millones por año en concepto de jubilaciones de privilegio.
Mientras que las jubilaciones promedio se ubican en $12.431, los miembros del Poder Judicial embolsan $141.361, 11 veces más que las de un ciudadano común. En tanto, los diplomáticos se llevan un número 15 veces superior al básico con cifras que oscilan los $195.130
Anualmente, el Estado pone $1.200.000 por cada jubilado de Cancillería. Por ejemplo, Alicia Castro, ex embajadora K en Venezuela y Reino Unido cobra $107,574.
Si la comparativa se hace dentro del Poder Judicial, el Estado pone al año $610.000. Como punto de interés podría destacarse la figura del ex juez federal Norberto Oyarbide, que embolsa mensualmente $230.267.
Dentro de los diferentes rubros por este tipo de Jubilaciones de privilegio están los que cobran una pensión vitalicia. Aquí se ubican los presidentes, procuradores generales de la nación, jueces de la corte suprema de justicia y vicepresidentes.
Dentro de esta categoría, la última ex presidenta, Cristina Kirchner, se lleva mensualmente $285.937, que en su liquidación final incluye $63.000 por el bono de zona austral, además de su sueldo como senadora y pensión por su ex marido, Néstor Kirchner.
Entre otros ejemplos que valen la pena destacar entre los ex Jefes de Estado aparece el de Adolfo Rodríguez Saá, que por su semana como presidente reclamó los $297.087 que le corresponden como jubilación. Además, pidió un retroactivo por lo que cobró $8.585.412.