Una vez más, los radicales de Cambiemos se juntan para masticar sus broncas. Sin mayores expectativas de futuro por afuera de la coalición de gobierno, su estrategia pasa por tratar de ganar más espacio. No es ninguna novedad que aspiran a una vicepresidencia en un eventual segundo mandato.

Así, la UCR prepara una cumbre en Mendoza el viernes 19 y el sábado 20, organizada por el secretario del Partido, José Cano, bajo el ala del presidente y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. La reunión será en el comité provincial en Alem 24 de esa provincia.

Se espera la participación de la cúpula del radicalismo, entre ellos los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), los legisladores Mario Negri, Luis Naidenoff, Julio Cobos y José Cano; e históricos dirigentes.

Además de ello estarán los presidentes de los 24 distritos, los jefes de bloque y el Comité Nacional. Para evitar discursos rupturistas, habrá poco espacio para el ala crítica a Cambiemos.

Pero seguramente pesará la presión interna de los que piden mayor protagonismo partidario en la coalición de gobierno.

La estrategia partidaria es manejada por los responsables de gobiernos provinciales y municipales, así como de los bloques de diputados y senadores. Los críticos en realidad, son dirigentes históricos que actualmente están afuera de todo.

Es lo que se dice en la jerga “no cobraron nada”. Algunos incluso motorizaron el acuerdo con el PRO, pero luego se volvieron críticos cuando no pudieron acceder a espacios.

Según trascendió, se van a reunir para analizar los “errores” del gobierno. Las idas y vueltas. El episodio del cobro retroactivo de los costos de la devaluación en las boletas del gas, colmó la paciencia de los radicales.

La marcha atrás del gobierno de Macri no es otra cosa que el producto de las quejas de los socios del centenario partido. Ya es la segunda vez que chocan por las tarifas.

También los radicales tienen entre ceja y ceja a Marcos Peña. Entienden que antes de la crisis del dólar, cuando las cosas venían bien, el jefe de Gabinete trató de imponer candidatos amarillos en las provincias gobernadas por ellos, y luego al final, estallada la crisis, vino el desplante.

Habían sido convocados Ernesto Sanz para la Jefatura de Gabinete (le ofrecieron Justicia) y Martín Lousteau a la Cancillería. No hubo acuerdo, Macri se aferra a Peña y con él ahí es difícil que los radicales avancen.

Institucionalmente, el ala rupturista de la UCR está concentrada en la Convención Nacional, que es presidida por Jorge Sappía. Allí se han conformado grupos de trabajo para analizar políticas de estado, que cuenta con la participación de técnicos. Y desde ese espacio han partido las críticas más duras y picantes contra el gobierno.

Fuera de ello, los críticos tienen un espacio en la conducción nacional con Federico Storani. También controlan el Comité de la Ciudad de Buenos Aires, que recientemente afilió a Martín Lousteau.

En la provincia de Buenos Aires, Ricardo Alfonsín cada vez se aproxima más a irse del partido con la idea de conformar un partido socialdemócrata. Y desde Entre Ríos viene “bajando” Luis Changui Cáceres, que trata de consolidar un espacio de “centro-izquierda” al viejo estilo alfonsinista. En el partido nadie se asusta de que se quieran ir…hasta algunos lo festejan (con información de Agencia NP).