El economista de la Fundación FADA, David Miazzo, aseguró que la economía argentina se compara actualmente con “una persona que pasa por una cuerda entre dos edificios, es decir que vivimos una macroeconomía muy compleja con equilibrios muy inestables” en diferentes campos.
Miazzo explicó que en este escenario “ve difícil que el dólar toque demasiado el piso de $34” preestablecido oportunamente por el Banco Central, hecho que habilitaría la intervención oficial en el mercado de cambios, y recordó que -con una inflación que es “la más alta de las últimas tres décadas”- el campo enfrentó en setiembre pasado un nivel de presión tributaria que ronda el 61% para los cuatro principales cultivos.
“La presión tributaria argentina no se compara con ningún país de América Latina, ya que tenemos presión impositiva de un país del primer mundo, y en el campo en particular ningún país agrícola tiene retenciones, y aquí en el caso de la soja ronda el 28% y con la posibilidad de aumentar al 33% si se vota el Presupuesto. Por ello la percepción de cuanto le vuelve al ciudadano, es que se paga altos impuestos con servicios públicos que no son de calidad y aquel que puede pagar dichos servicios de manera privada”, comentó en diálogo con radio Colonia.
“Sobre el dólar comenzó a ceder la presión que había. De ese valor de $ 41 ahora con las tasas vigentes cayó mucho la presión a $ 37, y algunos economistas dicen que podría tocar el piso de $ 34: lo veo difícil”, expresó.
Según explicó, “la inflación es la más alta de las últimas dos décadas. En el último mes la mayorista trepó un 16%. Y para octubre, se habla de un costo de vida del 5%”. Al mismo tiempo consignó que este tipo de cuestiones “genera mucho impacto de caída en el salario real, hecho que se nota en el consumo.
“La economía hoy está en modo control de daños y en modo emergencia. Las tasas aplicadas por el BCRA del 70% son parte de la política para reducir la volatilidad que tuvimos en el último año. Esta no es una economía orientada al crecimiento y será así hasta que se logre la estabilización. Si se logra, allí se podría pensar en menos tasas”, dijo.
En el caso de la promoción de Bienes Personales, Miazzo aseguró que este gravamen “muchos entienden que hay una doble imposición con las provincias, un tema de seguridad jurídica, y la segunda crítica tiene que ver con la mayor presión fiscal, ya que se tomó un primer paso con las retenciones y ahora con esto”.
“En todos estos casos es como volver atrás, ya que en el caso de Bienes Personales, con la reforma fiscal, también iba a la desaparición, ya que a partir de este año iba a dejar de existir y allí están las principales críticas que representan estas cuestiones”, señaló Miazzo.