Días atrás tomó estado público el procesamiento de funcionarios que se desempeñaron en la Subsecretaría de Pesca en la época Radical. El Dr. Bonadio dictó sentencia pero la misma es insuficiente y tardía.
    Esta investigación, que se nutrió de denuncias de quien suscribe, dejó fuera a otros grandes responsables del estado calamitoso del caladero nacional.
    Bonadio endilga a los responsables el haber permitido operar a buques que estaban seriamente cuestionados por el informe UBA y sendos dictámenes de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y la Procuración del Tesoro de la Nación (PTN). 
    Quedan impunes el Dr. Georigiadis, el Sr Jorge Quincke que junto con Marcelo Regunaga impulsaron la reinscripción de los buques. Y la burla mayor es que estos funcionarios fueron los mismos que acompañaron a Felipe Sola en su gestión menemista. De hecho Regúnaga es el subsecretario de pesca del actual Sr. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
    Es importante indicar que los Secretarios de Agricultura Ganadería y Pesca son acólitos de Felipe.
    Melgarejo es otro de los grandes culpables por su participación como Subsecretario y también como miembro del Consejo Federal Pesquero siendo otro entregador más del futuro pesquero del país.
    Nelida Videla ex directora de pesca de la Nación es quizás la que más luchó en contra de los nombrados pero por su silencio obligado por admitir desprolijidades pasadas, la lleva a compartir responsabilidades.
    La Sra Videla es un libro viviente de la historia pesquera nacional, pero fue apartada para silenciarla. Su procesamiento la desacredita. Así, la verdad de los millones de pesos estafados a la Nación desde Menem hasta hoy, queden impunes. 
    Si hacemos memoria, veremos que en el fallo que se acaba de dictar hay zonas vacías. Por ejemplo, no alcanzó a Rubén Marciale el subsecretario de pesca de Duhalde quien dio vía libre a la radicación de la empresa Uruguaya Grin Fin. Duhalde forma parte en la misma a través de terceros vinculados a la Uruguaya Fripur del mismo grupo empresario que Grin Fin.
    Marciale permitió la explotación de buques de una empresa que, además de tener permisos de pesca seriamente cuestionados en su legalidad por el informe UBA, no tiene planta en tierra por lo cual no genera mano de obra en el país. Esto vulnera la ley 24922, cuyo artículo primero expone el espíritu de la ley: el fomento del ejercicio de la pesca marítima en procura del máximo desarrollo compatible con el aprovechamiento racional de los recursos vivos del mar; la promoción de la protección efectiva de los intereses nacionales relacionados con la pesca y la promoción de la sustentabilidad de la actividad pesquera. 
    Fomentando, de esta manera, la conservación a largo plazo de los recursos y favoreciendo el desarrollo de procesos industriales ambientalmente apropiados, que promuevan la obtención del máximo valor agregado y el mayor empleo de mano de obra argentina.
    Pero dicha ley se viola y se permite que la empresa Uruguaya Grin Fin pesque en el país con buques que trajo de Uruguay y con permisos de pesca absolutamente irregulares. A lo expuesto se suma que la empresa no tiene planta de elaboración alguna en la Argentina, sino que el pescado fresco es semi elaborado a bordo. Allí se le corta la cabeza y se les quitan las tripas. Las primeras son arrojadas al mar junto a los demás pescados que no sean merluza hubssi pues la empresa no quiere otras especies. Lo que queda es llevado a su país en camiones con matriculas uruguayas. En una palabra, no genera trabajo en nuestro país y, mucho menos, valor agregado. 
    Quien esto describe navegó como jefe de maquinas en la empresa y puede dar fe de ello, además de haberlo denunciado en tiempo y forma.
    Tampoco el Dr Bonadio se enteró de que esta misma empresa reemplazó su buque pesquero el Mariana Rojamar y su reemplazo no cumple la ley 24922 pues no es de la misma potencia y capacidad de bodega, sino que es mayor y, por ende, aumenta el esfuerzo pesquero. Tomando cuenta de este proceder se observa una impunidad sin precedentes que los funcionarios actuales también permiten. 
    Sin embargo, no son culpables de nada.Reitero esto que aquí señalo lo saben perfectamente los funcionarios actuales de la secretaria de pesca que tampoco fueron procesados siendo tan culpables como los antes mencionados.
    Haciendo una reflexión de sentido común no jurídica, si analizamos que a los anteriores se los castigó por permitir ilegalidades manifestadas en dictámenes de la UBA-SIGEN-PTN-MECON- surge repreguntar por qué no se castiga de igual forma a los demás que están hoy en los cargos y permiten que la impunidad e ilegalidad continúe vaciando el mar y haciendo más ricos aún a armadores ilegales que con documentación apócrifa y la ayuda de funcionarios corruptos ingresaron a la “caja pesquera nacional”.
    Las ilegalidades que comete el grupo uruguayo Grin Fin y el daño que hace a la biota por las artes de pesca ilegales que utiliza y los residuos de pescado que arroja al mar quedan en el silencio de inspectores altamente corrompidos por las coimas y el poder de la mencionada empresa.
    No obstante hay mucha prueba documentada y testimonios de algunos inspectores que no aceptaron las “dádivas de silencio”.
    Todo el ambiente conoce la depredación de la corvina de Grin Fin por sobrepesca indiscriminada de la flota uruguaya que opera en el frente marítimo común de pesca y que sus artes de pesca son altamente ilegales, pues utilizan, en su mayoría, redes de pareja de mallas muy pequeñas, con lo cual capturan hasta el pez más pequeño.
    Así, nuevamente queda demostrado que Argentina permite depredar y contaminar el mar por nuestros vecinos de manera impune y sin controles fehacientes. Los buques no son abordados por las patrulleras argentinas para su control (esto ya fue dicho en la nota anterior), aún teniendo legislación y jurisprudencia Internacional a favor. Permitimos que se siga dañando el futuro de la pesca costera al norte de Mar del Plata y también en el sur del país. Fripur encontró la “veta” en esta orilla y se introdujo a fuerza de maniobras corruptas y así continua.La Republica Argentina debe retomar el sentido Nacional de defensa de su patrimonio de acuerdo al bloque de legislación vigente para garantizar la sustentabilidad de los recursos nacionales.
    Argentina debe comenzar a difundir estas conductas ilegales, pues no sólo son las papeleras uruguayas que nos dañan, la empresa Fripur y su nexo en el país, Grin Fin, también.
    El pescado argentino es llevado, reitero, a la vecina orilla para ser elaborado allí, lo cual hace que el valor agregado sea otorgado a Uruguay y no a nuestro país. Luego se exporta a mercados de Europa y el mundo desde Uruguay como “made in Uruguay”, compitiendo de manera desleal con productos argentinos elaborados por empresarios Argentinos que tienen sus empresas en correcta legalidad y que invierten y sufren en Argentina los devenires de la corrupción de los funcionarios pesqueros desde hace décadas.
    La justicia que el Dr Bonadio ha iniciado es arbitraria e injusta, además de lenta y garante de impunidad. En el fallo de sentencia no se observan medidas tendientes a la nulidad de los permisos de pesca ilegales y de actos como el descrito. Tampoco se ve una voluntad de justicia que alcance a todos de manera fehaciente para castigar a los culpables. 
    Aunque se han recibido reiteradas condenas contra los Estados nacional provincial y municipal, los funcionarios públicos jamás pagaron por sus actos. Los Jueces deberían, al igual que los funcionarios, dar el ejemplo en la custodia de los intereses de la patria, los medios deberían informar la realidad pesquera Argentina y su estado de gravedad por anomia y corrupción. 
    Si el lector ingresa en la pagina www.grinfin.com.ar no podrá ver la flota que allí se anuncia. Sí encontraremos en la portada el buque "Polarborg" con los colores del casco que utilizaba en Uruguay. ¿Casualidad o causalidad? Las gaviotas que están al costado del buque señalan de forma inequívoca el sitio donde arrojan residuos de pescado al mar y pescados enteros. Esta metodología no cambió y aquí esta certificada por ellos mismos! (VER: el costado inferior del buque hacia el centro donde hay mas gaviotas cae el pescado) 
  ¿Quo Vadis Sr. Presidente? Cada cual es tan pequeño como el miedo que siente y tan grande como el enemigo que elige.

Roberto Maturana
Oficial de Marina Mercante-Investigador