El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi aceptó como querellantes al ex secretario de Inteligencia Miguel Ángel Toma y al exespía Horacio Antonio Stiuso en la causa que se investiga el hallazgo de documentación durante un allanamiento en la casa de la expresidenta Cristina Kirchner en El Calafate, en agosto pasado, por orden del juez Claudio Bonadio.
En tanto, Toma ya declaró como testigo y confirmó que en la casa de Cristina Kirchner se encontraron desgrabaciones de escuchas telefónicas por conversaciones que él mantuvo con distintas personas vinculadas a cuestiones de materia energética.
Además, el juez Martínez de Giorgi ya pidió a las empresas prestadoras del servicio de telefonía que determinen si las líneas de aquellos teléfonos que fueron escuchados tenían una orden judicial de intervención.
El hecho de ser aceptados como querellantes les permite tanto a Toma como a Stiuso impulsar la investigación y solicitar medidas de prueba.
La apertura de la investigación se produjo a partir de toda la documentación encontrada en la casa de Cristina Kirchner entre el 24 y 26 de agosto pasado por la Policía Federal, cuando registró minuciosamente la vivienda, en el marco de la causa por los cuadernos del chofer Oscar Centeno, en la cual la expresidenta terminó procesada como "jefa" de una asociación ilícita.
Tras ese hallazgo, Bonadio extrajo testimonio y se formaron tres causas, una de las cuales recaló en el Juzgado de su colega Martínez de Giorgi y ante quien el fiscal Eduardo Taiano pidió comenzar una investigación, que por el momento no tiene imputado concreto pero el avance de la pesquisa "permitirá identificar a los responsables".
En la casa de Cristina Kirchner se encontró una carpeta con informes de empresas vinculadas al exespía Stiuso, con quien la expresidenta se enfrentó en los últimos años de su mandato, y también documentación sobre Sandra Elizabeth Arroyo Salgado, la jueza federal y exesposa del fallecido fiscal Alberto Nisman, sobre su situación patrimonial así como informes detallados de sus ingresos y egresos del país.
Otra de las transcripciones a partir de escuchas telefónicas es entre Toma, ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia, y Carlos Corach, ex ministro del Interior durante el menemismo, en las que se refieren a inversiones del primero de ellos en el rubro del gas y el petróleo. Gran parte de la documentación encontrada es sobre operaciones de inteligencia interna y hay una gran cantidad de desgrabaciones telefónicas de distintas conversaciones privadas.
"Se nota que hubo una actividad seria de inteligencia, mejor dicho de espionaje interno. Hasta puede haber existido un seguimiento, al existir detalles en los informes, que son ciertos", dijo Toma al declarar esta semana.
Ya lo dice el dicho:" la que siembra tormentas, cocecha tempestades".
¿Leiste Gary? Cito a tu esbirro(?). "la que siembra tormentas, coCecha tempestades." (sic)
Es una pelotudez esto, humo para contentar a la gilada antiK a la que este Farellita(uno de los cultores del "crimen" del SUICIDA Nisman) difunde para cumplir con su patrón Magnetto. A menos que prueben que fue ella la que encargó las escuchas el tenerlas sólo no es delito, puede alegar que le llegaron en forma anónima y que no las difundió, como si hicieron con las que habían pedido el chanta Lijo sobre el teléfono de Parrilli por una denuncia completamente trucha, y luego alquién filtró a los medios, lo que si constituyó un delito. Toma y Jaimito Stiuso son agentes yankis y fueron los que le impusieron a Galeano primero y luego al SUICIDA Nisman la FALSA culpabilidad de Irán en el bombazo AMIA, mediante un "informe secreto" que le dieron a Toma en Israel, cuando era jefe de la SIDE del zobeca Duhalde. Primero éste lo había mandado a USA donde el jefe de la CIA entonces, Tenet, LE ORDENÓ que tenía que esclarecer el bombazo AMIA(leasé: acusar falsamente a los persas), y luego viajó en secreto a Israel donde el Mossad le dio el "informe secreto" que Jaimito Stiuso COPIÓ TEXTUAL y se lo impusieron a Galeano, que con sólo esa "prueba" pidió en marzo de 2003 la captura internacional de algunos funcionarios iraníes y el libanés Mugniyah(muerto en 2005). Tan "textual" lo copió Jaimito, que puso "que Rabbani había alquilado la VAN"(sic). Eso habrá ocurrido en algún otro atentado de "bandera falsa" que habrá perpetrado el Mossad, pero no en el bombazo AMIA en la Argentina, donde ni siquiera la historia oficial trucha alega que Rabbani "haya alquilado una camioneta", y además en la Argentina entonces no se alquilaban estas, y el nombre de Van sólo se usa en yankilandia.