Lo dijimos apenas ocurrió, el 16 de noviembre de este año, cuando la justicia decidió detener a los hermanos Axel y Kevin Abraham Salomon ante la sospecha de que pertenecían a la organización libanesa Hezbollah.
Desde un principio, sospechamos de que se trataba de una “operación” y así lo dijo inclusive el director de Tribuna de Periodistas, Christian Sanz, en una nota de esa misma fecha.
“El caso de los hermanos es toda una cuestión en sí misma. Por caso, ¿quién fue el autor del panfleto anónimo que los acusó de estar relacionados al Hezbollá? Y más aún: ¿Por qué la Justicia le dio entidad?”, se publicó entonces.
Ahora, después de permanecer 22 días detenidos, los hermanos fueron liberados y el juez les dictó la falta de mérito. Solo uno de ellos quedó complicado pero por "tenencia de armas". Nada que ver con el terrorismo.
Como contó este mismo portal, la denuncia original fue hecha por la DAIA, sobre la base de un correo electrónico anónimo.
Ese mensaje alertaba sobre una persona "que sería partidaria del grupo terrorista y habría recibido entrenamiento militar en distintos viajes por Medio Oriente".
El papelón no solo fue de la Justicia sino también de los medios que dieron crédito a la hipótesis descabellada.