En las últimas horas, el Riesgo País de Argentina, que elabora la banca estadounidense JP Morgan, se disparó hasta los 753 puntos básicos y hoy podría volver a subir por la incertidumbre que tienen los inversores acerca del futuro de la Argentina.
Ello a pesar de que la restrictiva política monetaria diseñada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ejecutada por el Banco Central, que logró estabilizar la situación cambiaria dentro márgenes preestablecidos.
No obstante, el indicador de riesgo del país no cesa su escalada y se ubica en los niveles más elevados de los últimos años.
Debe recordarse que, solo durante la última corrida cambiaria registrada a fines de agosto pasado el indicador de la JP Morgan par la Argentina tuvo anotó un niveles más elevado, cuando tocó los 783 puntos básicos el 5 de septiembre.
Además, el indicador lleva acumulada una suba del 53% durante la gestión de Mauricio Macri.
El Riesgo País es ni más ni menos que el costo "extra" que tienen que pagar el Estado nacional, las provincias o las empresas argentinas si salen a colocar deuda, respecto de lo que rinden los bonos de la plaza más "segura" para los inversores, que es Estados Unidos.
Consultado por la agencia la agencia Noticias Argentinas sobre esta situación, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo que la suba del indicador responde al "riesgo político" que observan los inversores por la posibilidad de que el presidente Mauricio Macri no sea reelecto el año que viene.
"Si observamos la caída de los bonos en las últimas semanas veremos que es por el riesgo político, dado que se puede ver como se corta la curva de rendimiento después de las elecciones de octubre del año que viene", dijo el funcionario en un brindis de fin de año con periodistas.
En el Gobierno no lo dicen, pero lo dan a entender: el crecimiento de la imagen e intención de votos de Cristina Kirchner en las encuestas abre interrogantes a los inversores financieros sobre el futuro del país y un eventual regreso a lo que denominan "políticas populistas".
Pero no solo a la oposición está mirando el mercado: el pico registrado ayer se dio en paralelo al mayor poder para el jefe de Gabinete, Marcos Peña, decidido por el presidente Mauricio Macri con el traspaso a su área del control del grueso de la obra pública.
A su vez, generó mucho ruido que el juez federal Claudio Bonadio citó para el próximo jueves a Franco y a Gianfranco Macri, padre y hermano del presidente de la Nación respectivamente, en una investigación derivada de la causa por los cuadernos con detalles del presunto pago de sobornos a ex funcionarios para acceder a contratos en el área de transporte.
La escalada se dio en el marco de una caída del 2,5% en el índice Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), afectado especialmente por la debilidad que exhibieron los ADRs de los bancos y las energéticas.
Según Pablo Goldín, economista y director de la consultora MacroView, el mercado financiero está observando también el mediano y largo plazo de la Argentina en materia de vencimientos de deuda con los que hay que cumplir.
Sin contemplar futuros préstamos o renegociaciones de vencimientos, los compromisos de pago de deuda ascienden a 24.945 millones de dólares en 2019 y a 21.406 millones de dólares en 2020.
Asimismo, el país debe abonar otros 25.114 millones de dólares en 2021; 25.308 millones de dólares en 2022 y 18.642 millones de dólares en 2023.
El nivel que alcanzó el Riesgo País genera alarma en Cambiemos, que cumplió tres años en el poder el lunes: es que el 10 de diciembre del 2000, casi un año antes de la crisis que terminó con el mandato del ex presidente Fernando De la Rúa, el indicador fue de 794 puntos.