Javier Milei detalla una hoja de ruta para que el país pueda salir adelante por sus propios medios. Considera que el gradualismo fue un grave error que complicó la hoja del ajuste.
Milei anticipó que no será candidato a nada, pero respaldará las aspiraciones de su colega José Luis Espert.
-¿Qué cosas cree usted que se hayan hecho bien y que cree que se hayan hecho mal durante estos tres años de gobierno de Cambiemos?
-Desde mi punto de vista se hizo todo mal. Nada de lo que hizo este gobierno es destacable. Erró en el diagnóstico, erró en la medicina, y hasta lo único que creen que hicieron bien lo hicieron mal, que es la salida del cepo cambiario.
-¿Podría explicar este punto?
-En la salida del cepo, al negar Prat-Gay el sobrante monetario, obligó a Sturzenegger básicamente a colocar las Lebac, cosa que permitió que el tipo de cambio se terminara pareciendo más al paralelo que al oficial. Por otro lado, al quitar las retenciones se provocó el aumento de los alimentos, y eso aumentó el número de indigentes y de pobres, reduciendo la capacidad de compra y hundiendo la economía en una recesión.
-¿El festival de Lebac fue un error entonces?
-Se sobrecargó considerablemente el uso de ese instrumento, provocando que la economía tenga una tasa de interés mucho más elevada que la que debería haber tenido, generando ciertos “desarbitrajes”. Digamos también que eso se reforzaba con el ingreso de dólares asociado al endeudamiento. Todo eso, a la postre, terminó disfrazando la estrategia económica, porque claramente si hoy Argentina no estuviera asistida por el FMI hubiera caído en default.
-En cuanto a lo político y lo social, ¡también cree que no se hizo nada bien?
-¿Para qué sirve lo político si eso no se traduce en el bienestar de la población? Caemos de nuevo en la trampa, sirvió para la corporación política. Está claro que a ellos si les va bien, y a los familiares de los políticos también les va muy bien.
-Supongamos que a usted lo convocaran desde el Gobierno como asesor, colaborador o lo que fuera, ¿aceptaría?
-De ninguna manera, pero les recomendaría que vean y escuchen videos míos donde explico claramente lo que habría que hacer, o si tienen capacidad de leer que lean alguno de mis nueve libros. De hecho en Otra vez sopa: maquinita, infleta y devaluta o Política Económica Contrarreloj lo explico perfectamente, o sea que si lo quisieran hacer ya lu hubieran hecho, pero jamás me involucraría con un gobierno de cobardes como éste, además siento un profundo desprecio por la política.
-¿No le ve utilidad alguna?
-Para mí la política es una actividad parasitaria, y la Argentina no va a salir de este sendero miserable a menos que se haga una reforma del Estado que se traduzca en una sustancial caída de la presión tributaria donde lo primero que tiene que perder es la corporación política.
-Entonces, según usted, ¿qué medidas concretas debería tomar el gobierno en este último año para mejorar la economía?
-Lo primero que debería hacer este o cualquier otro gobierno es una reforma del Estado pero en serio. Eso es fundamental para bajar impuestos. Hay partidas que se pueden eliminar, por ejemplo en obra pública, pero ya sabemos porque a nuestros políticos les gusta tanto la obra pública, el escándalo de los cuadernos lo demuestra claramente.
Otra cosa que se debería eliminar son las transferencias discrecionales a las provincias, y algo fundamental es hacer una reforma previsional, pero los ahorros que generen esa reforma deberían ser utilizados para fortalecer, precisamente, el mismo sistema, no para financiar el socialismo cloacal de la Provincia de Buenos Aires de la lista amarilla.
Los subsidios económicos tienen que ser eliminados de cuajo, pero tenemos el problema que con el desastre del gradualismo que generó esa bola de nieve enorme de deuda el poder adquisitivo cada vez rinde menos.
-¿El gradualismo fue un error?
-Esta estupidez del gradualismo diseñada por Marcos Peña y Prat-Gay y continuada por Dujovne están condenado al país a que cada vez sea más complicado el camino del ajuste que, repito, de no haber sido por el FMI ya hubiésemos terminado en default. La Argentina hoy no tiene manera de salir adelante por sus propios medios.
-¿Qué más nos faltaría hacer?
-Obviamente también se deberían eliminar todo tipo de regulaciones y hacer, fundamentalmente, una reforma tributaria para bajar la presión fiscal y crear una estructura impositiva más moderna. En definitiva, hay que ir ahorrando recursos para poder bajar impuestos sobre la oferta, para que las empresas puedan ganar plata y básicamente, de esa manera reinvertir. Por supuesto también se debería eliminar el impuesto a las ganancias reinvertidas.
Por último, algo fundamental, una reforma laboral. Esto debería ejecutarse una vez que la economía comience a crecer, promoviendo, por ejemplo, retiros voluntarios en el estado financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco Mundial, que financian este tipo de reformas estructurales.
Si esto se hace dentro de un contexto en el que se flexibiliza el mercado laboral y la economía está creciendo, y se quitan impuestos al trabajo y a la acumulación de capitales, automáticamente van a pasar empleados públicos al sector privado, porque van a tener un mejor salario más la indemnización del retiro voluntario. Eso es fundamental para bajar la cantidad actual de empleados públicos que debería ser reducida por lo menos a la mitad.
Todo esto con un presupuesto base cero, y terminar con la joda y los privilegios de la casta política.
-José Luis Espert decidió participar en política. ¿Usted tiene planeado acompañarlo?
-Esa es una decisión de él en la que yo no participo en nada. No voy a ser candidato a nada, solo apoyo la candidatura de un amigo que además me consta que es honesto y conoce perfectamente bien cuáles son los problemas que tiene nuestra economía.
Este tipo es un delirante que aplica muy bien el teorema de Baglini. Propone cosas debido a que su lejanía al poder es astronómica. Creo que no amerita un reportaje ya que no dice nada nuevo y menos alguna propuesta coherente.
Otro vende humo intolerante, al igual que Espert; cuando lleguen hacen exactamente lo mismo que los anteriores.
Imposible llevarlo a cabo en Peronia, en lo que se convirtió nuestra Argentina hace más de 70 años ..................
¡Uf! En los noventa tenìamos a Moises Ikonicoff,un egresado de la Sorbona que asesoraba a Menem y tambièn terminò en un teatro de revistas, haciendo monólogos. Pero al menos era simpático, no como este agrio de Milei. Si querìan tener alguna chance en la politica, jamas deberìan haber incursionado en un sketch de humor negro para lanzar la campaña electoral con Espert. Al final terminaron en una berretada como las de Moreno. https://www.youtube.com/watch?v=5bChU0q99KI . Si estos se toman en "joda" la situación economica del paìs, que podemos esperar de ellos. A la mìnima de cambio se terminan asociando hasta con los de La Cámpora, si pueden sacar algùn provecho.