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Soberanía de Venezuela versus soberanía de los venezolanos

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Esa es la cuestión
Esa es la cuestión

“La omnipotencia del estado, es la negación de la libertad individual”.Juan Bautista Alberdi

 

Hace unos 15 años, escribí un artículo llamado “soberanía nacional vs. Soberanía individual”, en el que planteaba esta disyuntiva presente a lo largo de la historia, renacida hoy en Venezuela. En aquel entonces no encontré la respuesta de este dilema y lamentablemente sigo sin encontrarla, veamos si vos lo conseguís.

La primera pregunta sería: ¿Quién está pasando un momento crítico, Venezuela, los venezolanos o cada uno de los individuos que allí habitan?

Parece una pregunta caprichosa, rebuscada y sin sentido, veamos si es así.

Venezuela en sí no existe. Como todo país, es un invento en el que se engloba un territorio, cuyos límites abarcan groseramente, un conjunto de individuos con antecedentes históricos y pautas culturales en común.

Si no es Venezuela, entonces han de ser los venezolanos los que la están pasando mal. Más allá de que no todos los que viven y padecen la política en Venezuela son venezolanos; el hecho es que “los venezolanos” per se, tampoco existe. “Los venezolanos” no es un ser real capaz de gozar o sufrir; es una abstracción (al igual que Venezuela), fruto de nuestro imaginario, por lo que tampoco puede estar sufriendo aquel desquicio político.

Finalmente nos queda, cada uno de los individuos que viven bajo la órbita de la política que rige en ese país. ¡Ellos sí que lo sufren! El hambre, la falta de papel higiénico, de medicamentos o de libertad, recaen sobre los individuos, no sobre conceptos colectivos imaginarios como “los venezolanos” o “Venezuela”.

Ahora bien, decimos que Venezuela (como cualquier país) es soberana, o sea, se debe respetar su derecho de “autodeterminación de los pueblos”. Aquí el concepto “pueblo” es equivalente a “venezolanos” y como vimos anteriormente, son conceptualizaciones que no tienen una existencia real, por lo que, tanto Venezuela país y venezolanos pueblo, son en realidad, incapaces de auto determinar nada, pues simplemente no existen.

La soberanía vendría a ser, el respeto del resto de los países a las decisiones tomadas por la mayoría de los ciudadanos venezolanos. Esas decisiones no son ilimitadas, las mismas no pueden avanzar sobre las disposiciones de los otros países. Como vemos, esto no es más que un reflejo de lo que es el derecho individual: mi derecho termina donde empieza el del otro.

Ahora bien, es posible (diría casi inevitable) que alguna decisión de la mayoría atropelle el derecho de la minoría, sobre todo de la minoría más pequeña que existe, el individuo. En ese caso, la pregunta sería ¿tiene la mayoría derecho a negarle derechos al individuo? Si la respuesta es sí, entonces ¿tiene ese derecho un límite? ¿Cuál sería ese límite?

Si la respuesta es no, pregunto ¿cómo hace un individuo para oponerse a las decisiones “legales” de la mayoría que confiscan sus derechos personales?, ¿a quién puede reclamar este individuo, si el juez al que puede recurrir y que decide al respecto, es miembro y cómplice de quienes pretenden someterlo?

Veamos un ejemplo concreto, extremo y real.

La Alemania nazi llevó adelante un atroz genocidio contra los judíos, mientras a la par, invadía a los países vecinos. Los Aliados combatieron a los alemanes en respuesta a sus atropellos para con las soberanías de los estados europeos. De no haber invadido otros países, los Aliados, ¿deberían haber enfrentado a los alemanes tan sólo por las masacres contra los hebreos?

Si la respuesta es no, significa que consideramos más importante la autodeterminación de un estado que los derechos humanos (individuales). Si la respuesta es sí, pregunto, ¿por qué no se tomaron medidas contundentes contra la China comunista que asesinó a 60 millones de chinos?

La intervención de la comunidad internacional en los asuntos internos de algún país, tampoco es un tema inocente y necesariamente virtuoso. Entraña el enorme riesgo de elevar la posible existencia de una tiranía nacional a un nivel mundial o global. ¿Quién determinaría cuando y porque intervenir en los asuntos soberanos de un país?

Como dije al principio, no tengo una respuesta efectiva para enfrentar este dilema. Existe el deseo (diría incluso hasta la necesidad) en todo hombre de bien, de procurar alcanzar la justicia, entendida esta como el respeto hacia todas y cada una de las personas en la Tierra; respeto a las personas que significa respeto a la vida, a la libertad y a la propiedad (los verdaderos derechos humanos).

Ya lo dijo Juan Bautista Alberdi, en 1840: “El pueblo no es soberano de mi libertad, ni de mi inteligencia, ni de mis bienes, ni de mi persona, sino por el contrario, no tiene soberanía sino para impedir que se me prive de mi libertad, de mis bienes, de mi persona. Cuando el pueblo o sus representantes, en vez de cumplir con ese deber, son los primeros en violarlos, no son criminales únicamente, sino también perjuros y traidores”

La educación y el acercarnos al virtuosismo, son seguramente, el mejor (y quizás el único) método para alcanzar la convivencia armónica y respetuosa entre los individuos. Dentro de un país, se espera que hasta entonces, la Justicia (con sus ojos vendados) evite los abusos entre las personas.

Pero cuando los abusos son del estado hacia el individuo, de Venezuela hacia el venezolano, ¿quién podrá defenderlo e impartir justicia?

 

2 comentarios Dejá tu comentario

  1. Muy bueno. Me parece es que sistemáticamente se olvida el objetivo de formar la nación estado o se mezcla con estado bienestar . Cuando estamos en estado no tenemos derechos individuales. Sino casos particulares del colectivo que te alcanza por exceso u omisión . Que es lo mas que le podemos dar al estado (pensando que el estado no te quita, sino que en las condiciones de formar parte del mismo siempre le das)? Creo que la vida (en el sentido literal, ya que conceptualmente debería ser para el bien común ). Y en el caso que tengamos descendencia a nuestros hijos. Con la idea del bien común . los recursos que tenga el estado. Se lo damos nosotros. O mas bien se lo dieron nuestros ancestros. Quizá haya que volver a analizar el concepto de independencia. Para que nos independizamos? Con que fin? Y soy un fiel creyente que la base del poder del estado es la educación (en los dos sentidos ya que también da poder frente al estado y te hace estado, cuanto mayor sea la preparación de la persona más preparada estará aunque también el daño que pueda hacer sera mayor), la que debería formarnos como iguales transfiriendonos los valores éticos y morales para continuar la linea temporal. El poder que se le de al estado excede al poder individual ya que por mas recursos que se le de al individuo estará contenido dentro del estado. Entiendo que dentro del estado exista disidencia, la cual siempre que sea razonable es buena, pero para que exista disidencia tiene que existir dialogo, las partes tienen que reconocerse como iguales. El caso de Venezuela es similar al nuestro pero en otros términos, "roba pero hace", si algún estado interviniera en Venezuela o en argentina seria mal visto pero lo primero que tendría que desarticular es el aparato estatal. En nuestro caso es lo mismo. Cambia la cúpula pero la maquinaria sigue aceitada. Como mínima lleva una o dos generaciones cambiar , porque no basta con los ideales de unos pocos cuando hay burocracia, la burocracia solo genera burocracia. La gente que convive en la nación comparte la idiosincrasia y no es algo que se cambie de un día para el otro (derrocar a Maduro por influencia externa no sirve, es mas probable que el pajarito le cuente como es el tema mas allá y quizá enderece, pero sigue siendo en vano porque no esta solo, derrocar al régimen que significaría? Hasta donde llega?). Por eso no creo que se intervenga Venezuela es una perdida de tiempo y recursos salvo que se le pague al salvador por salvarlos. Ese interés si es peligroso porque no es genuino. Como caso testigo el experimento de Alemania dura hasta la actualidad por mas que parezca lo que parezca. Si se puede opinar en el aire, pienso que los intereses del plan cóndor se fueron de las manos, porque nunca se comprendió el objetivo. Y el rebote nunca fue tenido en cuenta porque propicio ideas y libertades que nunca se pensaron. A los dictadores los hace el pueblo , ninguno se hizo solo, tiene que tener la semilla el tiempo pone las cosas en el lugar. Por todo eso solo pienso que lo que queda es la educación y el tiempo , el sol sigue saliendo y pasa un día mas. El sindicato educador debería de ser un organismo autónomo, debería de disponer de una caja autogestionada, que le proporcione rentas para no depender del presupuesto y no ser susceptible al partidismo o intereses personales. Porque lo que realmente vela por los poderes (3) es la educación, debería de ser una fabrica de seres de luz. No andar con linternas. Porque la "partida" para pilas se perdió.

  2. Le comento, señor liberal Guillemain, que el sistema liberal venezolano dejó a mucha gente afuera no solo del sistema electoral, sino del sistema educativo o el de salud. Los pobres no podían atenderse si no era en un sistema estatal paupérrimo. Chavez no vino de un plato volador, los sectores populares lo votaron porque el sistema político económico no los incluía. De ningún modo. Quiere decir que el sistema liberal que usted tanto defiende fue el creador del monstruo actual.

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