Y tu cabeza está llena de ratas
Te compraste las acciones de esta farsa,
Y el tiempo no para.
Bersuit Vergarabat
Si "el escándalo viene de antiguo", como decía
Salomón, la detención del ex embajador iraní Soleimanpour solo es una arista
más de la opereta. Pues para que las masas compren todas las acciones de esta
farsa, es preciso montar una operación psicológica bien aceitada. En ella
caben los filmes made in USA, los informes y notas periodísticas que fustigan
al "imperio del mal" bushiano y los documentales. Siguiendo esa tónica, el
matutino Clarín en su edición del lunes 25 de agosto dedica dos páginas
de su sección internacionales a la cuestión diplomática con Irán. Hasta uno
de sus analistas estrella, Oscar Raúl Cardozo, desliza que "¿acaba la
Argentina de ser amenazada de modo velado, con violencia de origen iraní?. La
pregunta se impone después de la advertencia pública del presidente de
ese país, Mohamed Jatami, de que promoverá "fuertes medidas" en respuesta
a la reciente detención en Londres -por pedido de un juez argentino- del ex
embajador iraní en Buenos Aires, Hadi Soleimanpour.
La hipótesis parece desmedida, pero sólo a primera
vista. La teocracia que gobierna Irán está sospechada de haber concebido y
ayudado a ejecutar por lo menos uno -la voladura de la mutual AMIA- de los dos
grandes atentados terroristas padecidos por la Argentina en la década
pasada."
En el rubro documentales, la señal Infinito se anotó
un lauro con el documental Ciudad del Este: la ciudad del pecado, emitido
el jueves 20 a las 22 horas.
Paraíso
de fundamentalistas
Con la conducción de Román Lejtman, una sombra de aquel
autor de Narcogate, esta emisión del ciclo La hora del complot se
puso a tono con la movida del Departamento de Estado de
EEUU. La ex Puerto Stroessner, enclavada en la estratégica Triple
Frontera, es el "lugar al que habitualmente llegan lavadores de dinero,
traficantes de armas y células terroristas que esperan su turno para sembrar el
pánico en todo el mundo", además de mostrársela como el paraíso de la
falsificación de marcas, los autos robados y otros negocios truchos.
Pero eso es sólo una cuestión, y la principal es la que
se puntualizó más arriba. En último bloque, Lejtman puntualiza que "Ciudad
del Este se ha convertido en un santuario de los terroristas que vienen a
cometer ese tipo de actos de terror en América Latina. En esta ciudad hay mucha
población musulmana, lo que no implica decir que toda ella tiene que ver con
actos terroristas o con el fundamentalismo islámico, con terminar con las
asimetrías a partir de poner una bomba o asesinar a alguien. Sin embargo, los
servicios de inteligencia occidentales y también el Mossad, aseguran que Ciudad
del Este se ha convertido en el santuario donde no solo van a descansar o a
preparar actos terroristas, sino que también se hace mucho comercio en las
galerías y en los pequeños negocios, para obtener dinero que permitan
financiar esos actos terroristas; como por ejemplo habría sucedido en el acto
que determinó la muerte de 86 personas en la AMIA de la Argentina, y también
en esa situación que provocó la voladura de la embajada de Israel en la ciudad
de Buenos Aires." Plin, caja,
como se dijo en otra oportunidad.
"En Ciudad del Este hay terroristas. Llegan desde
Medio Oriente, no tienen identidad ni llaman la atención. Esperan una señal
secreta que anuncia la muerte y la tragedia", prosigue el informe mechado
con imágenes del atentado a la AMIA. "Para las organizaciones
fundamentalistas, Ciudad del Este es perfecta. Tiene un escaso control
fronterizo y los dólares sucios son tantos que es fácil desviar unos cuantos
millones hacia el terrorismo internacional". Luego, se cede la palabra al
ex ministro del Interior del malogrado gobierno de la Alianza, Federico Storani:
"Lo que llamaba la atención es que personajes importantes de
organizaciones políticas de estas características, fueran finalmente a Ciudad
del Este. Quiere decir que desde esas organizaciones se le daba una importancia
estratégica, por el nivel de libertad de acción que tenían de la falta de
control de autoridades locales, por una comunidad numerosa existente que podía
darles un apoyo y por la generación de algún tipo de actividades que les
permita financiarse". Estupendo por donde se lo mire, solo le faltó
agregar a este personaje que recientemente se lo vio allí a Bin Laden tomando
un té de hierbas junto a Saddam Hussein.
"Pero la
decisión de esconderse en el sur de América Latina -continúa el
informe- no solo se entiende por el dinero sucio y las frágiles fronteras de
Argentina, Brasil y Paraguay. Entre Ciudad del Este y Foz do Iguazú conviven
miles de musulmanes libaneses que, presionados por la organización
fundamentalista Hezbollah, o sencillamente porque
están de acuerdo, colaboran con los terroristas que llegaron de Medio
Oriente".
Seguidamente, le toca el punto de exponer su punto de vista
del comisario Jorge Palacios, jefe de la División Terrorismo de la Policía
Federal Argentina: "Hay gente que guarda relación o son adeptos a las
distintas manifestaciones terroristas dentro de la comunidad árabe, que podrían
en el caso de ingresar estos elementos fundamentalistas para realizar algún
atentado, que le presten su colaboración o facilitar el ingreso de los mismos,
mediante documentación apócrifa o algún otro apoyo, a nuestro territorio para
realizar algún atentado".
A continuación de esta aseveración, prosigue el informe:
"Los principales servicios de inteligencia del mundo, tienen probado que el
terrorismo árabe aprovecha el caos económico de Ciudad del Este para financiar
sus operaciones internacionales. Los terroristas se transforman en pequeños
comerciantes que utilizan los negocios de las galerías, y los puestos
callejeros, para comprar favores, pagar pasaportes falsos y preservar la
seguridad de las células aún dormidas. El gobierno paraguayo tiene probado que
desde Ciudad del Este a Medio Oriente se envían millones de dólares al año,
pero se resiste a aceptar que parte de ese dinero termina en manos de Hezbollah,
la organización terrorista acusada de perpetrar los dos atentados que se
cometieron en Argentina. El gobierno paraguayo oculta información. No hay un
solo experto que no asegure que Ciudad del Este se transformó en el refugio
obligado de los terroristas, que están esperando sus órdenes secretas. La Casa
Blanca y las fuerzas policiales de Argentina y Brasil sostienen que los
terroristas y sus aliados se esconden en las mezquitas levantadas por
empresarios de origen árabe. El expediente judicial del atentado a la AMIA en
Buenos Aires, asegura que antes del ataque terrorista se incrementó el tráfico
de llamadas entre la mezquita del profeta Mohammed, ubicada en el corazón de
Ciudad del Este, a la Capital Federal de la República Argentina. Para los
investigadores del atentado, esta es una circunstancia más que sospechosa."
Al final, vendría la frutilla de la torta: "Tras los
atentados en Nueva York y Washington se desplegó un operativo policial en
Ciudad del Este, exigido por el FBI y la CIA. Las autoridades paraguayas
incautaron una numerosa cantidad de videos referidos a Hezbollah, y un puñado
de CD con propaganda terrorista que estaban mezclados con los últimos éxitos
de Luis Miguel y Enrique Iglesias". ¿Cómo,
ahora van a endilgarle a Hezbollah la autoría del 11 de septiembre de 2001?
Realmente, creer o reventar pues esto supera con creces a
la mismísima serie de Ripley. Lo peor del caso, que esta historia de bombardeo
de bulos solo ha comenzado.
Fernando Paolella