En complemento al proyecto que el Gobierno quiere llevar adelante para bajar la edad de imputabilidad a los 15 años, hay una cuestión que es dable aclarar y refiere a la posibilidad de insertar a un delincuente menor de edad en la sociedad.

Para ello, Tribuna de Periodistas se contacto con el psicólogo forense Mel Gregorini, quien tuvo que tratar con chicos que presentan estas características delictuales.

Al ser consultado sobre la diferencia entre juzgar a un mayor y a un menor a nivel psicológico, el especialista contesto que “Lo que se piensa hoy en día, y se sabe a ciencia cierta, es que todo delito cometido por un menor, o sea, a la edad que se está promoviendo, tiene problemas serios a nivel familiar, a nivel nutricional, a nivel psicológico y de inserción social, es más, se habla de una falla de adaptación al mundo circundante que tiene el menor. De ahí a juzgarlo como un adulto o implicarlo en un juicio y penas al respecto, desde el vamos es una locura, porque el menor justamente no tiene tan claro de la noción que está siendo juzgado. Muchas veces si son consientes del delito que cometen y de lo que hicieron, pero es una conciencia parcial se la denomina, no total como tiene un adulto. También, obviamente teniendo en cuenta esto que te decía que obviamente teniendo un menor mal nutrido, que no sabe bien lo que son los valores que rigen en la sociedad o que es lo que la mantiene; obviamente va a ir en contra de todo esto, no por querer sino por padecer una patología o realmente una desadaptación social muy grave como se está viendo. Mira, escuché que a un menor de 17 años que mató en Pinamar a otro se escapo y se fue a la casa, y no solo eso, sino que lo golpeo de una trompada y ni siquiera se dio cuenta. Entonces, todo eso va marcando cada vez más la complejidad del delito, no solo porque son menores sino también porque al no tener la claridad de conciencia eso implica un gasto enorme para todos en el entender lo que hace”.

También, al especialista, se le inquirió respecto de la posibilidad de reincidir o poder llegar a ser una persona de bien, su respuesta no se hizo esperar: “Lo que te puedo decir de eso es que la reincidencia es altísima y los delitos que se llaman delitos juveniles, también se producen por falta de contención educativa, social y del Estado. Esos son los grandes problemas, como también, hay muchos casos que yo asisto y que tengo que informar que les den una información para que cumpla alguna institución y la institución no tiene las herramientas necesarias de contención o abordaje de la problemática de estos chicos, ya que el problema que tienen es multifactorial. No solo del delito que cometen, sino que también nutricional, familiar, familiares detenidos. Por eso, es un ovillo que nunca para de desenredarse. Por eso lo necesario es un abordaje institucional”

Por tanto, se le consultó sobre cuál sería el mayor problema a la hora de lograr corregir a un menor delincuente y de qué manera se podría influir no solo sobre el joven, sino también socialmente: “Los principios para aseverar que un menor bien tratado, contenido y con una buena educación se puedan insertar en la sociedad, está actualmente basado también evidencia científica, psicológica y de tratamientos que se han hecho en diversas partes del mundo. Pero en cuanto no se cumpla la contención, la profesionalidad de las instituciones y la gente que tiene a cargo para el cuidado del menor, es muy dificultosa la inserción social”. 

Por último, Gregorini agregó que “acordarte que hay una premisa que es muy vieja que dice que las instituciones en la minoridad es la segunda casa, como en el colegio antes se nos enseñaba a nosotros y era bastante cierto que la escuela era la formadora de nuestras conductas, de nuestra futura personalidad y nuestra integridad, por eso, si hay instituciones que tiene gente capacitada y de buena voluntad es muy probable, la tasa es muy alta de reinserción social, por eso que cuando un niño o un joven comete un delito, también por una cuestión neurocientífica que se estudia hoy que es la plasticidad del cerebro, se puede volver a reinsertar, no así en un mayor que ya tiene conformada su personalidad”.

Como puede notarse, nuevamente se pone en jaque el proyecto que busca aprobar la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en el cual se baja la edad de imputabilidad.

Es verdad que electoralmente le conviene el proyecto y que es más difícil hacer todo un cambio estructural e institucional en el estado en materia de inserción social, pero esto no se trata de lo más sencillo o la medida más proselitista, sino de pibes que deberían tener la posibilidad de corregirse y ser socialmente funcional en pos de mejorar el país.