La resolución adoptada por el juez Federal, Rodolfo Canicoba Corral, de procesar al secretario de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentos ingeniero Miguel Campos y decretarle un embargo de 10 millones de pesos no es óbice de finalizar la investigación dadas las gravísimas responsabilidades de este funcionario "Joystik" de Felipe Solá.
    Campos fue procesado por los delitos de "administración infiel e incumplimiento de los deberes de funcionario público", por presuntas irregularidades en la distribución de la cuota Hilton durante los años 2004 y 2005 que habría favorecido a determinados frigoríficos.
    ¿Quién es Miguel Santiago Campos? Llegó a la cartera en mayo del 2003 nombrado por Lavagna, con el padrinazgo y el aval absoluto del gobernador de la Provincia de Buenos Aires Felipe Solá, para quien cubrió el cargo de agregado agrícola en Brasil durante los tres años previos.
    Felipe Solá continuó brindándole un respaldo muy importante para “colocarlo” en la cartera que “siempre manejó” y así garantizar que nada cambiara para sus amigos de la Sociedad Rural Argentina y para los empresarios pesqueros favorecidos ilegalmente.La SAPyA es el organismo que controla el 60% de los ingresos más genuinos que obtiene la Argentina anualmente.
    La llegada del funcionario Campos a la SAPyA tuvo una gran resistencia dado que quienes detentan los cargos allí son todos hombres designados por el Dr. Kirchner, “Pingüinos de Pura Cepa”, como Gerardo Nieto a cargo de Pesca y Javier Urquiza en Forestación. Todos clones genéticamente kirchneristas al igual que quienes están al frente de SENASA-INIDEP-INTA. 
    Campos es responsable de la violación al Art. Nº 1 de la Ley 24922, debido a que facilitó que buques con dictámenes de nulidad emanados de la PTN-SIGEN-AGN- continúen pescando y, con ello, agravando el estado de recursos en emergencia. Además de ayudar al enriquecimiento ilícito de los empresarios.
    Permitió también, entre otras violaciones, la continuidad pesquera de la empresa uruguaya Grin Fin (la cual es mencionada públicamente por los intereses económicos que la ligan a Duhalde) quien envía a Uruguay el pescado que captura en aguas argentinas. Felipe Solá demostró ser propietario de la SAPyA al efectuar esta vez el “enroque” de Haroldo Lebed a Miguel Campos. Todos los que pasaron y pasan por dicho despacho fueron y son “Felipe's Boys”.
    Grin Fin fue radicada “de forma ideal” en San Antonio Este garantizándole impunidad total en las fiscalizaciones y, de esta manera, poder hacer lo que ninguna empresa argentina tiene permitido: exportarse a sí misma. Dicha empresa, en cambio, se exporta a sí misma a Uruguay pescado al que le cortan la cabeza y quitan las tripas “con los dedos” los marineros argentinos en el buque. Esto es de una gravedad e impunidad que no permite análisis de sentido común alguno, pues en la Argentina si una empresa intenta trasladar a otra planta dentro del país para elaborar no puede hacerlo si no corta la cabeza y vísceras en una planta de tierra.
    Grin Fin / Fripur de Uruguay envía pescado ARGENTINO a su país para dar trabajo genuino y valor agregado al mismo sin tener planta en tierra, dando a nuestro país un mínimo de mano de obra. Además envía la mercadería en camiones matriculados en Uruguay.
    La mencionada empresa arroja cabezas de pescado y toda especie que no sea merluza al mar -dado que ellos no quieren otra variedad-. Esto demuestra que no sólo se permite la exportación sin generar trabajo en tierra argentina, sino que, además, viola el Art 1 de la Ley 24922.
    Dicho artículo primero expone el espíritu de la ley, que es el fomento del ejercicio de la pesca marítima en procura del máximo desarrollo compatible con el aprovechamiento racional de los recursos vivos del mar; la promoción de la protección efectiva de los intereses nacionales relacionados con la pesca y la promoción de la sustentabilidad de la actividad pesquera, fomentando la conservación a largo plazo de los recursos y favoreciendo el desarrollo de procesos industriales ambientalmente apropiados, que promuevan la obtención del máximo valor agregado y el mayor empleo de mano de obra argentina.Mientras Felipe Solá continúe con el poder de decidir quién es el titular de la cartera, nada cambiará para los que ilegalmente se llenan los bolsillos.
    Existen muy pocos ejemplos tan documentados y probados como la destrucción intencional de un recurso natural como lo es el de la pesca. Numerosas auditorias oficiales demostraron los hechos y solicitaron medidas judiciales que nunca se llevaron a cabo. 
    También los lazos de Felipe Solá están dentro de la Prefectura Naval Argentina y tienen el ejemplo más elocuente en el ex jefe de Prefectura Mar del Plata prefecto nacional Cingolani, actual jefe de la Policía de la Navegación. Un Menemista devenido a Felipista que le facilitó por acuerdo zarpadas de buques ilegales que triangularon permisos y pescan hasta la fecha.
    Bajo acuerdos, el Gobernador de Buenos Aires, nombró desde el inicio de su gestión en la dirección de pesca a los Sres. Cesar Otero, Edgardo Murguía, Fernando Gutiérrez, Eduardo Pucci, Fernando Georgiadis, Jorge Quincke etc., etc.Felipe Solá es insoslayablemente el artífice de la destrucción pesquera nacional e impulsor de la corrupción que vacía el Mar Argentino. 


Refresquemos la memoria

    El Gobernador, en el número 2 de la revista Puerto ampm del mes de septiembre de 1998, cuando realizó la primera visita oficial como secretario de la SAPYA Menemista declaró: “QUEDAN 6 MESES PARA TOMAR UNA DETERMINACIÓN DEFINITIVA RESPECTO DEL FUTURO DE LA PESCA (...) En la gestión de Salamanco (secretario de pesca) por primera vez comenzamos a comparar los problemas argentinos con los problemas de otras pesquerías en colapso”. Como es notorio, desde su gestión Menemista hasta la fecha nada cambió, sino que, por el contrario, se agravó irreversiblemente la sustentabilidad biológica de los recursos.
    Salamanco fue una pieza clave de Solá como subsecretario de pesca, pues fue Agregado Agrícola en Bruselas y conjuntamente con Diego Guelar fueron los “impulsores” del ingreso de buques comunitarios violando el acuerdo en común entre Argentina y España. 


Breve análisis

    De los 17 caladeros del mundo, se estima que 9 fueron totalmente devastados por causa de la sobrepesca. De los restantes, 4 enfrentan una amenaza equivalente. 
    Los buques pesqueros arrojan 50 toneladas (50.000 Kg.) por día al mar de pescado apto para el consumo humano, es decir, a razón de 1 kg. por persona y por día. En 30 días podría alimentarse a 5.000.000 de personas. Esto equivale a 250.000.000 dólares por año. 
    El tratado de pesca firmado durante la presidencia de Menem, por Felipe Solá, entre nuestro país y la Unión Europea en 1994. Provocó la devastación y la depredación de los recursos pesqueros nacionales. 
    Con la complicidad de Felipe Solá y SUS  funcionarios de turno se violaron sistemáticamente las leyes y los convenios nacionales e internacionales. La Unión Europea subsidió con 300.000.000 dólares el delito en Argentina, a la vez que Argentina también subsidiaba a las empresas piratas que triangularon permisos(1), pescaron ilegalmente especies para las que no estaban autorizadas y cometieron toda clase de tropelías. La Unión Europea también benefició su propio caladero por la reducción de la sobrepesca. Estas acciones obligan a la reparación del daño y al procesamiento de los responsables. 
    En 1996 el ingeniero Felipe Solá emitió una resolución, amparado en el D.817/92, autorizando a personal extranjero a ocupar puestos de trabajo en buques nacionales, en flagrante violación a lo dispuesto por la Ley Federal de Pesca 24922. La ley dispone que el 75% del personal embarcado sea de nacionalidad argentina y que el 10% de su producción se descargue a tierra para ser procesado allí. La situación irregular continúa. 
    Viva la patria Sr. Presidente.

Roberto Maturana
Oficial de Marina Mercante-Investigador

(1) En un artículo próximo a publicarse, se dará detalle de los buques ingresados por Felipe Solá (con la venia de Carlos Menem) desde la comunidad Europea (acuerdo pesquero Ley 24.315) y los valores de cada subsidio por buque.