Primero lo primero: el problema del mal o Paradoja de Epicuro consiste, para la filosofía de la religión, en la contradicción que surge al combinar la existencia del mal y del sufrimiento en el mundo con la existencia de un Dios omnisciente, omnipresente, omnipotente y omnibenevolente.
Es decir, que el problema del mal emana de la suposición de que un Dios omnisciente y todopoderoso debería ser capaz de arreglar el mundo según sus intenciones.
Como el mal y el sufrimiento existen, puede parecer que Dios quiere o permite que existan, por lo que no sería perfectamente bueno, o no sería omnisciente porque no se percata de todo el sufrimiento del mundo, o no es todopoderoso ya que no puede arreglar el mundo para eliminar de raíz el mal.
Hay quienes aseguran que la paradoja no corresponde a Epicuro y solo se trata de una leyenda urbana. No obstante, es interesante el planteo, que se lleva adelante hasta el día de hoy.
Y en ese marco, comenzó a circular un gráfico que pone bajo la lupa a Sergio Massa bajo ese dilema. Es el siguiente: