Lo que acontece en Venezuela despertó reclamos, lo llamativo es que se volvió a formar una grieta, ya que mientras los venezolanos huyen despavoridos de sus tierras y unos 50 Estados reconocien a Juan Guaidó como el presidente democrático, acá, en la Argentina de la división eterna, hay quienes marchan a favor del actual presidente del país caribeño, Nicolás Maduro.
Una clara muestra de ello fue lo sucedido ante la embajada de Venezuela, lugar en el cual, un grupo de personajes les robaron bicicletas y celulares a unos jóvenes venezolanos que trabajaban de delivery. ¿Acaso es necesaria la intolerancia y el golpismo a la hora de defender un Gobierno?
Y en ese contexto, ¿Cuál es el argumento para defender a un asesino como Maduro?, es dable destacar que éste último dejó en claro que le van a “cortar la cabeza a quien haya que cortársela”. ¿Los que simpatizan con el presidente venezolano creen que los provenientes de aquel país vienen a la Argentina para trabajar en reparto? ¿Creen que realmente el éxodo es a causa del imperialismo?
Una digresión al respecto: los mismos que comparan a la Argentina con Venezuela para pegarle al actual presidente Mauricio Macri, son los que defienden al régimen de Maduro. ¿Inconsistencias de la vida o estupidez militante?
Sin embargo, ello no es lo peor, lo más terrible es el apoyo que recibe Maduro por parte de ciertos referentes como Agustín Rossi, Gerardo Romano, Juan Grabois, Luis D’elía, José Mujica, Diego Armando Maradona, incluso, el kirchnerismo, mediante un comunicado de su bloque en la Cámara baja, defendieron las elecciones que llevaron a Maduro a una nueva presidencia. Son auqellos que piden que Argentina se convierta en un “paraíso” como Venezuela, ciertamente un despropósito.
¿Qué se puede esperar de la ciudadanía si los referentes, aquellos que deberían predicar con el ejemplo, llaman a defender el régimen y el autoritarismo que representa el mandatario venezolano?
Son muchos los organismos de Derechos Humanos que están pidiendo la transición del Gobierno en Venezuela, incluso se le ha ofrecido impunidad a Maduro si permitía que ello suceda.
Lo inminente está a punto de ocurrir, no se puede sostener un presidente con 10millones% de inflación, 44% de desempleo y 87% de pobreza. Menos aún si se tiene en cuenta que el salario mínimo, por el cual se trabajó todo un mes, no alcanza para un solo día de comida.
Maduro va a terminar dejando su mandato. ¿Qué dirán entonces los intolerantes que apoyan a este personaje? ¿Hablarán de derrocamiento y detentación del poder?
Lo único que pide el espacio de Guaidó al igual que la sociedad venezolana con la llamada “operación libertad”, son elecciones democráticas ¿A qué le tiene miedo Maduro si asegura que las elecciones que lo llevaron a la presidencia fueron honestas?
Argentina realmente es un país raro, por suerte es la gran minoría, pero no basta con la grieta propia que se la genera en el marco de la discusión de otro país, uno en el cual, como bien dijo el dirigente opositor Leopoldo López, la libertad es la diferencia entre la vida y la muerte.