Noruega es una potencia económica mundial. Gracias al petróleo, tiene un fondo anticíclico que supera los 500 mil millones de dólares, casi dos deudas externas de la Argentina.
Es dinero que luego ese país invierte en acciones de empresas de primer nivel internacional. Se trata de la contracara de lo que ocurre en Venezuela, donde creyeron que la bonanza les duraría para siempre.
En ese contexto, muchos se preguntan por qué el papa Francisco insiste en no intervenir en la tragedia venezolana. Recuerdan esos mismos lo que hizo Juan Pablo II a principios de los 80, evitando una guerra. A continuación, el informe que lo explica: